1. EL JUGADOR DE BASQUET


    Fecha: 06/01/2019, Categorías: Fetichismo Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Livido, Fuente: xHamster

    Querido Gerardo, macho de mi vida.Te cuento que conocí un jugador de básquet, un negro enorme y jovencito, de unos 23 años, juega en Goes esta temporada. Siempre me decís que me suelte y goce la vida y te hice caso. Te recuerdo que hace un mes te fuiste a trabajar a Buenos Aires y solo encuentro calma cuando me masturbo pensando en ti y otro hombre cualquiera.Estaba sentadita en la vereda en una mesa de La Pasiva a la salida del liceo y nos pusimos charlar lo conocía del club, es de Washington y vino por la temporada. Me termino acompañando a casa, caminamos conversando esas cuadras y en la puerta del edificio nos pusimos de mimos.Cuando se pego a mí, para dame un beso, sentí un bulto enorme entre sus piernas y me volví loca de deseo. Loca me entiendes cariño, yo se que de haber estado tu me hubieras ordenado – cojéelo - Codiciaba ese pedazo dentro mío y obedecí a mi instinto y a lo que tu esperas de mi que sea siempre una puta provocativa y regalada.Llegué a la puerta del apartamento con los pechos casi desnudos por sus manos y unas ganas locas de coger. Abrí la puerta mientras le abrazaba y frotaba mis tetas contra su cuerpo buscando su boca como una perra en celo. No sé muy bien cómo pero entramos y cerré la puerta con un golpe de caderas.Me quité o me saque - ni me acuerdo, - la tanga en el umbral, de tan caliente que estaba, necesitaba comerlo.. Me enrosqué en sus piernas mientras me apretaba fuerte a ese macho vigoroso Solo me separó un instante, lo suficiente para ...
    ... dejar deslizar mi vestidito y desnudarme. Silbó al verme despojada exhibiendo mis pechos, mi vagina y mi culito, yo me giré despacio para disfrutara bien de mi cuerpo. El semental me abrazó fuerte desde atrás y sus enormes manos cubrieron mis tetas apretándolas y haciéndome sentir auténtico placer y dolor porque me estrujo los pezones con fuerza.Me volví para desnudarle, pero la camiseta se la quitó él, es demasiado alto para mí. Yo le quité el pantalón y me quedé asombrada con el bulto bajo el bóxer. Pero mucho más asombrada quedé cuando al bajarle la ropa interior, aquella polla grande, negra, dura y enorme, saltó libre de la ropa quedando a la altura de mi cara. El olor a pija, ese divino aroma que me deja en trance se metió por todo mi cuerpo.Un leve empujón a mi cabeza, tomándome de la nuca fue suficiente paraqué mi boca se abriera golosa al espectáculo de sentir una verga en mis labios. Que verga cielo, que verga.Evidentemente en forma irresistible lo mame, se la chupé, le hice mimos con mi boca asombrada de una pija tan grande, nunca había tenido dentro mío una polla tan grande como aquella en mi boca. Grande, gorda y poderosa me costaba abarcarla con los labios, tanto que pensé como sería aquello dentro de mi vagina y me dio un temblor. Y en lugar de asustarme me excité muchísimo más. Tanto que dejé una mamada inacabada para pedirle que me clavara allí mismo, de pie contra la puerta.―Dame papito, dame por favor, ahora aquí. Le rogué.Y me ensarto entonces allí. Sabes que ...
«123»