1. MI PRIMER ORGASMO FUE CON MI PRIMITA 2


    Fecha: 09/01/2019, Categorías: Incesto Autor: misterchuy1, Fuente: SexoSinTabues

    ... se lo metía todo en su suave boquita, haciéndome sentir como si me recorrieran corrientes eléctricas por todo el cuerpo, hasta que solté en su boca todo el esperma contenido por mucho tiempo, mientras ella se venía en un orgasmo que nos dejó a ambos casi desmayados. Antes de que ellas e recuperara, lo hice yo primero, acostándola boca arriba, y montándome sobre ella me dispuse a llenar con mi miembro su cuevita de amor. Me pidió que fuera gentil, pues aún era virgen, lo cual me sorprendió un poco, pero al mismo tiempo me sentí feliz de ser el primer hombre en su vida. En esos momentos, no le dije que también era mi primera vez, ni que todo lo que había aprendido, era por las lecturas de libros sobre sexualidad, y las pláticas con amigos que ya tenían experiencia, pero que apliqué en ese momento, para darle el mayor placer de que era capaz. Le dije que no se preocupara, que la haría sentir el más grande placer que hubiera experimentado; sabía que tenía que hacerlo rápido, pero con cuidado, sabía también que le iba a doler, porque estaba apretadita, por eso empecé por excitarla aún más, y puse mis manos en sus hermosos senos, que semejaban dos pequeños melones, masajeándolos, tomando entre mis dedos sus rosados pezones, que se pusieron duros. Me incliné para besarlos, morderlos, chuparlos, sintiendo como ella se estremecía de pasión y llegaba a su segundo orgasmo, momento que aproveché, para abrir totalmente sus suaves, blancos y torneados muslos, metiéndome entre ellos y ...
    ... colocando la punta de mi durísima verga en la entrada de su vagina. Recordando los consejos de mis amigos y mis lecturas, comencé a introducir mi miembro en su coñito y al sentir la telita de su virginidad, tomé impulso y de un solo empujón se la metí hasta la empuñadura, al mismo tiempo que cubría su boquita de rosa con la mía, acallando el grito naciente de la virgen en el momento de su desvirgación. Esperando que su deliciosa cuevita se acostumbrara a mi tolete, continué saboreando sus labios de miel, en una cachondísima sesión de besos, que poco a poco calmaron su dolor, transformándolo en el más dulce placer, sobre todo cuando empecé a bombear mi verga dentro de su cálida funda, abriendo cada pliegue de su recién estrenado coñito, metiendo y sacando mi afortunado miembro dentro de ella, logrando que en pocos momentos tuviera otro orgasmo, derramando sus deliciosos juguitos en mi verga, la que , al sentir la calidez de su venida, dejó salir un verdadero río de lava seminal, que me hicieron ver chispas luminosas alrededor de ella y sentir que tocábamos el cielo, con la fuerza de nuestra primer venida juntos. Poco a poco nos fuimos recuperando, pero mi verga no perdió su dureza, y aproveche para ponerla de “perrito”, metiéndosela una vez más de un solo golpe, haciéndola estremecer nuevamente, inclinándome para tomar con mis manos sus duros melones, metiendo y sacando mi verga con la fuerza de mis 17 años, haciéndola venirse otras dos veces antes de volver a llenarla con mi ...