Dos culos virgenes - Relatos Eróticos

Dos culos virgenes

Hola amigos, mi nombre es Andres, tengo 24 años, soy de Cali, Colombia, y hoy les contaré mi primera experiencia gay a los 14... Hace mucho tiempo acostumbraba ir con mi madre a un puesto de comidas rápidas cada fin de semana, mi madre era muy amiga de la dueña de el lugar, y yo era muy amigo de su hijo, así que mientras ellas conversaban, yo me iba a donde su hijo. El se llamaba Marlon, tenía 14 al igual que yo, delgado, piel morena, estatura de 1.70, ojos color miel, nariz perfilada, y labios rosados carnosos. Normalmente no solíamos hacer nada más que conversar y jugar fútbol, de vez en cuando nos ibamos de paseo con amigos de el, y amigos míos, solo hombres, pero jamás ninguno sintió atracción a otro. Un fin de semana cualquiera nos fuimos a andar y nos encontramos 2 chicas, las cuales conocimos bien y nos hicimos amigos, pero de alguna manera u otra terminamos follando, yo era virgen, y me resultó placentero, y me dí cuenta que era hetero. Para marlon y para mí ya era casi costumbre follar con esas chicas cada fin de semana pero lamentablemente marlon embarazó a una de las chicas, y estas se mudaron, tiempo después la chica llamó a Marlon diciendole que no se preocupara que había dicho a todos que la habían violado y que se lo creyeron, lo cual lo sacó de un gran lío. Desde ahí, en los fines de semanas ya no se nos ocurría que hacer, pues ya era costumbre follar, entonces el me dijo: —¿Y si lo intentamos los dos? Yo me quedé pasmado cuando el me pregunto eso, no le ...

... respondí nada... Luego de un rato me vuelve a preguntar: —¿Lo hacemos juntos? Yo nunca había sentido atracción por un hombre, me gustaban las chicas pero tomé el riesgo y le respondí: —OK, hagámolo, no hay nada malo en probar cosas nuevas Entonces empezamos a besarnos, abrazarnos y esas cosas. Yo no me sentía nada cómodo y le dije que mejor no hicieramos nada, a lo cual me respondió: —Calma, espera que solo estamos empezando Entonces nos quitamos las camisas y yo empecé a lamer su abdomen, y mordisquear sus pezones, y aún seguía sin sentir nada hasta que me dijo: —Ya es hora de empezar Se bajo sus pantalones, y sus calzoncillos dejando su polla gruesa, venosa, y con una gran cabeza rosada frente a mí, y no sentía nada tampoco, hasta que empecé a chuparla suavemente, me metí su cabeza, luego todo entero, y eso me puso a mil, nunca lo había hecho, pero se sentía delicioso.. Pasé chupandola como media hora, solo miraba su gran polla mojada, viendo como mi saliba corría por sus brotadas venas que ya casi estallaban. Entonces le dije: —Te toca a tí Se agachó, bajó mis pants, y sin jugueteos ni bobadas se la enterró entera en su garganta, lo cual me hizo gritar de placer, sentía como sus labios carnosos masajeaban mi polla a la vez que su suave lenguita saboreaba mi polla que estaba a punto de estallar, estaba a mil, yo solo le decía: —No pares, sigue, sigue que me encanta Y también paso así como media hora. Luego le dije: — Ponte en 4 El se puso en 4 Me acerqué a su culo y empecé a ...