1. ¿Forzada?


    Fecha: 15/01/2019, Categorías: No Consentido Sexo con Maduras Autor: ClauMar, Fuente: CuentoRelatos

    Después de mis historias de la adolescencia, me puse de novia y me casé muy enamorada. Y a partir de ahí solamente en mi vida existió mi esposo y mi hijo, ellos dos llenaban mi vida, a veces por el trabajo mi marido viajaba al interior, pero fui una mujer fiel y abnegada hasta que algo modificó mi vida. Me casé embarazada de dos meses a los 19 años. Mi nombre es Claudia, tenía 32 años y un hijo de 12 años, cuando mi vida cambió abruptamente. En el mes de diciembre mi marido por cuestiones de trabajo no podía venir para las fiestas, él estaba trabajando desde hacía 6 meses en Santiago del Estero por lo cual decidí sorprenderlo y viajé con mi hijo, pero en realidad la sorprendida fui yo… mi marido tenía una doble vida, lo encontré en pareja y con un hijo de un mes. Volvimos e inicié los trámites de divorcio. Desde ya tuve el peor fin de año de mi vida, pasé las fiestas con mi hijo y mis padres en una casa que ellos tenían en la costa, mi hijo se quedó con los abuelos, los primos y mi hermana; yo volví a mi casa, necesitaba estar sola, ordenar y rehacer mi vida Al lado de mi casa, estaban edificando unos dúplex, y como se veía todo el fondo de mi casa debía cuidarme como estaba vestida y lo que hacía. Como me veían sola se quedaban mirando cuando salía, me piropeaban, y eso me molestaba bastante. Alguna vez me queje con el dueño de la construcción pero nada cambió, cuando me cruzaban los piropos se sucedían; pero eso era lo de menos porque en si no eran soeces, pero si ...
    ... cuando me cruzaba con uno de los obreros en particular, los de él eran bastante elevados de tono desde insinuar como que cogería, a hacer alusiones a cada parte de mi cuerpo, como me chuparía las tetas o el estas divina putita, tenía miedo pero no permanecía quieta a sus dichos mientras él me decía sus cosas yo le respondía con gruesos insultos. Pero debía arreglarme sola ya no tenía marido y mi padre estaba bastante grande como para inmiscuirlo en mis problemas. Por suerte la construcción estaba casi terminada cuando volví aunque para mi desgracia si bien dejaron de concurrir mucho de los obreros, el de los calificativos soeces seguía estando, pero bueno todo estaba por terminar. Jamás imagine lo que iba a suceder. Era sábado y yo había ido a la mañana temprano a visitar a una amiga cuando volví fui hasta el fondo de casa y me encontré con un par de baldosas estrelladas en mi patio, eso colmó mi paciencia y fui a quejarme, salí hecha una furia cuando llegue vi que estaba el auto del constructor e iría a hablar con él, antes de hacerlo me cambie de ropa poniéndome algo holgado y no llamativo. No me considero una mujer que enloquece hombres pero soy delgada con buena figura 92-57-90, de cara agradable, cabello negro ensortijado varios centímetros por debajo de mis hombros, piel blanca (en ese momento algo dorada por el sol) ojos marrones, 1,65 mts de altura, y muy lindas piernas. Fui a la casa de al lado todavía con el maquillaje, una remera blanca holgada, con poco escote y una ...
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