1. Ana y el resultado de una partida de poker


    Fecha: 16/01/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Ana y el resultado de una partida de pokerAnita quedó muy dolorida luego de la violenta cogida que le había dado Ricardo. Por la tarde disfrutamos abrazados una buena siesta y al despertar me dijo que la cola le ardía bastante, pero que estaba realmente satisfecha con semejante tremenda culeada que le había dado ese mecánico ordinario.A pesar del dolor estaba más caliente que nunca, así que me pidió, me suplicó que le chupara bien esa delicada concha. Solamente mi lengua, nada de dedos adentro.Por mi parte, le pedí que me permitiera vendarle los ojos y maniatarla. Hacía mucho tiempo que no lo hacíamos de esta manera, así que Anita accedió encantada, disfrutando de antemano el goce profundo que le iba a provocar.Le coloqué un pañuelo de seda negra sobre sus hermosos ojos y le até con mucha delicadeza sus muñecas a la espalda, asegurándome que no pudiera liberarse.Luego me desnudé completamente y comencé a recorrer su hermoso cuerpo con mi lengua y labios, desde los pies hasta llegar al interior de sus muslos.Ana abrió sus torneadas piernas y mi boca avanzó hasta su depilada rajita. Había prometido no utilizar mis manos, así que muy lentamente fui saboreando sus delicados labios vaginales, que se encontraban todavía bastante inflamados y dilatados. Ella comenzó a gemir muy suavemente, mientras intentaba abrir al máximo sus suaves muslos. Yo sentía como se iba humedeciendo su concha, notaba sus fluidos cada vez más abundantes, mientras crecían sus gemidos.Finalmente alcanzó el ...
    ... orgasmo en medio de un concierto de aullidos y gritos de éxtasis, su cuerpo temblaba bajo mi boca y se tensó cuando la invadió el clímax.Luego quedó tendida en la cama, su hermosa figura más provocativa y sexy que nunca, maniatada y con los ojos vendados, sus interminables piernas bien abiertas y su pubis todavía sufriendo con contracciones provocadas por el placer.Toda esa visión me hizo experimentar una fuerte erección, sentía que mi verga se alzaba apuntando al cielo, a punto de explotar. Me ubiqué entre los bellos muslos abiertos de mi delicada mujercita y muy suavemente apoyé mi pija sobre su humedecida rajita. Ella se sobresaltó al notarlo, comenzando a protestar y a decirme que no quería coger, porque Ricardo la había dejado muy satisfecha por este día y que todavía sentía la concha muy inflamada y dolorida.Entonces me eché hacia atrás, le cerré las piernas y tomándola por los tobillos la hice girar boca abajo, al tiempo que me abalanzaba sobre su firme cola, volvía a abrirle las hermosas piernas y comenzaba a lamer con desesperación la entrada de su orificio anal.“Noooo… por la cola no!!! Soltameeeeeeee…!!” Gritó al adivinar mis intenciones.Por supuesto ni siquiera escuché sus súplicas desesperadas, muy despacio le metí la cabeza de mi verga y la dejé ir bien hacia adentro.Ana lloraba y me insultaba, gritaba que ese culo le pertenecía a Ricardo; su macho, y yo no tenía derecho a metérsela por allí hasta que no la cogiera como debía ser.Todo esto me calentó mucho más ...
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