1. Diario de un putito


    Fecha: 17/01/2019, Categorías: Gays Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... entonces lo saludé, cosa que no había hecho hasta ese momento: -Buenos días, señor… -le dije mirándolo fijamente. Él respondió a mi saludo y me devolvió la mirada acompañándola con una sonrisa que me pareció insinuante: -Buenos días, querido… ¿Vas a la escuela? -Sí, señor… -Qué bien te queda ese blazer… -Ay, gra… gracias, señor… -contesté poniéndome colorado… Y el señor siguió: -Aunque supongo que con lo lindo que sos debe quedarte bien cualquier ropa… Ya no me quedaba duda de sus intenciones y eso me tenía asustado y caliente al mismo tiempo. Cuando llegamos a la planta baja y caminábamos uno junto al otro rumbo a la puerta del edificio me di cuenta de que iba mirándome: -Estoy con auto, te llevo… -me dijo… -Ay, no sé, ¿no es una molestia? -No, querido, es un placer… El auto estaba en la cochera del edificio. Me senté en el lugar del acompañante, le di la dirección de la escuela y cuando arrancamos me preguntó mi nombre: -Jorge… -Lindo nombre, yo me llamo Roque… ¿Y cuántos años tenés, Jorgito?... -Dieciocho, señor Roque… -contesté sintiendo que me gustaba ese diminutivo de mi nombre… -¡¿Dieciocho?!... Yo no te daba más de quince… -Sí, nadie me da la edad que tengo… -O sea que este año ...
    ... terminás la preparatoria… -Sí, señor Roque… -¿Y pensás entrar en la Universidad?... -Sí, quiero hacer la carrera de Letras… -Ah, qué bien, además de muy lindo sos sensible… Me gusta eso, soy profesor de Sociología… -Qué lindo, señor… -Bueno, Jorgito, llegamos, mañana repetimos el paseo… Gracias, señor… -dije y abrí la puerta para bajarme, pero él me detuvo tomándome de un brazo… -¿No vas a despedirte, Jorgito? -Pe… perdón, señor Roque… Hasta mañana y gracias por traerme… Él se dio un golpecito en la mejilla con el dedo índice de su mano derecha y me dijo: -Beso, Jorgito… Agradeceme con un beso… -y lo besé tratando de dominar el temblor que había empezado a sentir ante el giro que tomaba la cosa… Olía muy bien su cara y de pronto me vi sorprendido por el beso que me dio en plena boca… Lo miré, atónito, y él me sonrió insinuante: -Ahora sí, hasta mañana, Jorgito… -y me bajé del auto agitado por varias sensaciones: calentura, temor, ansiedad, y por una duda… Estaba claro que yo le gustaba sexualmente, pero, ¿qué quería de mí? ¿sería activo o pasivo? Ese interrogante me tuvo inquieto todo el día hasta la mañana siguiente, cuando volvimos a encontrarnos y camino a la escuela despejé mi duda… (continuará) 
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