1. El me compartió con las tres


    Fecha: 17/01/2019, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... que las de las otras dos chicas, por tener sus formas menos redondeadas. Mi marido las invitó a entrar en casa y me las presentó sin decirme sus nombres: - Estas son unas chicas con las que he hablado por internet, y a las que les he enviado unas fotos tuyas. Están deseando conocerte. Yo enseguida me imaginé de qué se trataba, aunque así en frío y sin esperármelo, no estaba muy convencida de lo que pasaría. Cuando entraron me fueron besando una por una, y mientras lo hacían no tuvieron ningún recato en abrazarme pegando sus tetas contra las mías, de manera que notaba sus pezones (hacía frío fuera y no llevaban apenas ropa, con lo que al final todas los llevaban de punta) incluso la más pequeñita me tocó el culo con una mano. Estos primeros roces y mi imaginación, que ya había empezado a volar, hicieron que yo también me excitara un poco, y que mis pezones empezaran a demostrarlo. Olían a perfumes de los que se utilizan en geles de baño y champú, lo que ponía en evidencia que se acababan de dar una ducha. Yo estaba con mi albornoz puesto, porque había salido de la ducha poco antes y me acababa de secar el pelo. Les dije que me iba a vestir, pero me dijo Luis (mi marido) que no hacía falta, y que así estaba preciosa. Nos sentamos los cinco en los sofás del salón, y mi marido me dijo: - Como ya te dije, esta es una sorpresa para ti. Estas chicas han venido a pasar un rato contigo y a hacerte disfrutar. Yo os dejo y me voy a comprar tabaco. Las dos rubias se sentaron una a ...
    ... cada lado mío, y la morena enfrente. La chica rubia alta me dijo, para romper el hielo: - Así que tú eres Esther. Nos han dicho que te gusta mucho el sexo, y que tienes fantasías como la de ahora. - Si –contesté-, lo que ocurre es que esto para mí es una sorpresa total. La morena me dijo: - No te preocupes, nosotras te vamos a hacer disfrutar de lo lindo. Esto lo hacemos de vez en cuando y nos pone muy cachondas meter a una desconocida en nuestros juegos. La rubia pequeñita empezó a besarme por el cuello, mientras la otra empezaba a tocarme las tetas suavemente por un lado. A partir de ese momento, en el que yo empezaba a estar muy caliente, decidí dejarme llevar sin pensar nada más. Mientras la rubia me tocaba las tetas y la otra me besaba el cuello, empezó a abrirme el albornoz y a meter una de sus manos, rozando suavemente mis pezones. Entre tanto, la morena se levantó y se acercó a mí, poniéndose de rodillas delante de mí y empezó a besarme en la boca, haciendo jugar su lengua con la mía. A todo esto, yo ya estaba muy caliente y mojada. Las paré de repente y les dije que subieran conmigo a la cama. Subimos a mi habitación, y mientras la rubia alta me quitaba el albornoz, las otras dos se desnudaron, tirando toda su ropa al suelo. Yo me encontraba de pie junto a la cama totalmente desnuda, y la rubia pequeña empezó a tocarme las tetas desde atrás con sus dos manos, mientras la morena se arrodilló y empezó a pasar su lengua por mi ombligo, bajando, bajando hasta llegar al ...