1. Dos camioneros me auxilian en la ruta


    Fecha: 19/01/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo Interracial Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Mis jefes me enviaron a un seminario en representación del estudio. Me proveyeron de un auto para reducir un poco los viáticos y no me quedó otra opción que conducir hasta Rosario.El mismo día mi adorado esposo también salía de viaje; pero él tuvo la suerte de viajar en avión…Llegué a Rosario realmente agotada por el manejo en la ruta y con cansancio acumulado durante la última semana. Necesitaba relajarme un poco; necesitaba coger…Temprano por la tarde me instalé en el hotel y, apenas entré a mi habitación, fui derecho al baño, para darme un baño de inmersión caliente y bien relajante.Ya sumergida en la bañera llena de agua templada, comencé a tocarme suavemente; primero acariciándome el clítoris y después metiéndome los dedos. Uno, dos y hasta tres juntos… cada vez más profundo, hasta que por fin mi cuerpo comenzó a temblar y acabé gimiendo, al mismo tiempo que me sentía mucho más relajada.Me recosté desnuda por un rato en la cama y, cuando quise acordarme, ya era la mañana siguiente…El día de seminario transcurrió normal, reuniones, charlas, almuerzo de trabajo, miradas sugerentes y pensamientos vanidosos, ya que me miraban hombres de mi edad y algunos pendejos bastante jóvenes. Eso me calentaba mucho; hasta casi me hacía humedecer la concha.Por la tarde temprano decidí retirarme, antes de que el seminario se diera por finalizado. Tenía por delante un viaje de casi tres horas y quería salir a la ruta antes de que anocheciera…Apenas había conducido por casi una hora, ...
    ... cuando el motor del auto repentinamente se detuvo y entonces me estacioné en la banquina. Verifiqué que realmente estaba en medio de la nada.Intenté llamar a un auxilio mecánico, pero mi señal de celular era bastante débil en esos parajes. Fue algo imposible. Lo peor de todo era que, los pocos automovilistas que circulaban a esa hora, no eran capaces de detenerse a auxiliar a una mujer en apuros…Un rato después, un camión enorme se detuvo delante de mi auto y bajaron sus dos conductores, que eran dos tipos muy jóvenes…Me ofrecieron ayuda y miraron el motor, pero dijeron que era necesario llevar el auto a un taller. Uno de ellos, un rubio con acento correntino, se alejó buscando señal para su teléfono y regresó diciendo que el auxilio tardaría un par de horas en llegar.El otro conductor era un morocho brasileño, de piel brillosa, que me provocó un ligero cosquilleo el solo hecho de mirarlo con cierto disimulo. Mi cabeza empezó a encender mi cuerpo, pero solo en mi mente.Ambos se ofrecieron a hacerme compañía, ya que estaba oscureciendo y dijeron que no era seguro quedarme sola allí en ese paraje tan solitario.Me dijeron que esperara en el camión, donde podían ofrecerme un lugar más cómodo. Me convidarían un café también…Al llegar a la escalera del camión, el rubio subió primero, para ayudarme desde arriba. Desde allí tenía una excelente vista de mis tetas sueltas dentro de mi remera ajustada a mi cuerpo; que además me marcaba los pezones endurecidos.El negro desde abajo pudo ...
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