1. Machos Salvajes. Primera ronda. Juancito y su dueño


    Fecha: 20/01/2019, Categorías: Dominación Autor: eloalhabla, Fuente: SexoSinTabues

    Historias de hombres poderosos y dominantes que hacen de su presa lo que les place. Este es un relato gay, donde el hijo de un empleado de estancia goza con el rigor de ser la puta del patrón. Juancito espera desnudo, arrodillado sobre la alfombra. Ansioso y a la vez con la vergüenza clásica de esperarlo, así, en la sala. Lo disfruta, pero aún no maneja los sentimientos contradictorios que ello le provoca. Disfruta verse entregado, se excita sabiendo que sucederá todo en un momento, después de esperar por ello una semana que - para su edad- es una eternidad. Pedro conversa con el padre de Juancito en el recibidor, a unos metros de distancia de donde está el desnudo. Pedro habla fuerte y su inmenso cuerpo se muestra intimidante ante el cuerpo normal de campesino del padre, quien recibe el dinero con un dejo de sumisión ante su patrón quien le dice que a partir de ahora el chico usará la ropa que le compró y que se quedaría hasta el lunes aprovechando el feriado, y que el muchachito se quedará con él. El padre asiente sin responder a nada verbalmente y luego anota la lista de las compras que le dicta Pedro, sabiendo que del otro lado de la puerta Juancito lo espera desnudito, con esa mirada que le descubrió un día escondido entre las plantas mientras el cogía bestialmente con una amiga que había traído de la ciudad. El muchachito no sabía que ya había sido descubierto y cada vez que Pedro empalaba a la muchacha con su miembro, cada vez que entraba en la vagina y la chica ...
    ... jadeaba entre el dolor del duro empellón y el placer de tenerla adentro, Juancito hacia ese gesto que luego le vio varias veces. Pero esa mirada quedó más grabada cuando un día, Pedro estaba atragantando a un peoncito temporal con su pija, teniéndolo arrodillado sobre el piso en un galpón. El muchacho no forcejeaba ante la brutalidad con la que Pedro lo sostenía de la nuca marcándole la marcha de la chupada, apenas alguna arcada producto de la profundidad a la que llegaba. Juancito entro de repente y quedo petrificado ante el espectáculo, Pedro hábil en trampas y sabiéndolo al chiquito muy maricón, solo presionó al peoncito para que no se distrajera y continúe la chupada. En ningún momento juancito saco la mirada de la pija, hipnotizado y excitado como la vez anterior. Pedro atraganto al peón volcándole toda la leche que se potencio ante la situación y obligándolo a tragarla sofocado con a cabeza en la campanilla de la garganta. Luego lo soltó y le ordenó irse, lo hizo como quien echa un perro, y en ese momento Juancito pensó en escapar, pero Pedro lo detuvo con un gesto y le indico que se acerque. Al muchachito se lo veía entregado ya, y Pedro se aprovechó de eso. Teniéndolo a unos paso, se guardo su enorme pija en los pantalones y lo tomo de la barbilla para que Juancito levante la mirada y ahí le pregunto: "te gusta la pija,?". Seco y agresivo. El chico comenzó a llorar. El padre de juancito pregunto si se le ofrecía algo mas. Pedro negó con la cabeza y le señaló la puerta. Pero ...
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