1. Roxana enloquecida por un gran bulto


    Fecha: 20/01/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    ... abajo pero nunca una que fuese como la suya. ¡Que vergón distinto tenía el vejete! Parecía que lo tuviese cruzado porque, dormido como estaba, tenía unos 10 centímetros de largo por unos 12 de ancho. Carajo, ¡Era más grueso que largo! Como hipnotizada me acerque y, pidiéndole permiso con la mirada, se la agarré. Estaba caliente parecía un leño recién sacado de la hoguera y necesité de ambas manos para rodear su contorno. Nunca me imaginé que pudiese existir una pija tan gruesa. Es más jamás se me hubiese ocurrido pensar en una poronga más gruesa que larga, pero la vida te da sorpresa y ahí, delante de mis ojos y en mis manos estaba ese prodigio de la naturaleza. Levanté la vista y mis ojos se cruzaron con los suyos, me di cuenta lo que quería por lo que acercando mis labios a su pija comencé a besársela, ni aunque pegase el grito de terror más extremo mi boca se abriría lo suficiente como para albergar tamaño pedazo. Al hacerlo sentí como me subían la pollerita hasta mi cintura, di vuelta mi cabeza y vi que quien lo hacía era Rubén, que dedicándome una sonrisa, procedió a bajarme la tanga que llevaba puesta. No me importó que comenzase a chuparme la concha, yo quería seguir besando la verga de Daniel. Eso hice, al tiempo que mis manos se deslizaban sobre ella ¡Quería que se le parase! ¡Quería ver esa maravillosa poronga dura! Rubén no se conformó con chuparme la vagina, su lengua recorrió desde mi clítoris hasta mi ano, lugares, estos dos últimos, en los cuales se entretuvo ...
    ... haciendo que su lengua hiciese jueguitos. ¡Que bien que jugaba ese bastardo! No sé si fueron esos juegos o la monstruosa verga que tenía en mis manos, pero llegué a un orgasmo impresionante en un tiempo record. Volví a darme vuelta, cuando Rubén dejo de chuparme, y vi que se había parado y, con su pija en la mano, me la estaba por meter. Comenzó a frotarme la verga contra los labios, para separarlos lo suficiente para que me entrase; no era cosa del otro mundo, era normal, unos 15 centímetros de largo por 7 de ancho, me banqué porongos mucho más largos y gruesos, por lo que volví mi atención a la de Daniel. Estaba besando sus testículos, testículos que más de una mujer quisiese que fuesen sus pechos, cada uno pesaba, casi, medio kilo y parecía una teta. Me enloquecía apreciar eso que tanto bulto le marcaba. Estaba en eso cuando siento que Rubén me la metió, sin más preámbulos, en la vagina de una sola estocada y comenzó un mete saca espectacular, no sé si sería mejor que otros, pero siendo de un veterano, ¡Que me encantan! me enloqueció, por lo cual comencé a hacer círculos con mi culo, de forma de sentir aún más su verga. Entre su pija en mi concha, los movimientos de mi culo, los besos que le daba a la pija de Daniel, la masturbación que le estaba dando a su monstruosa pija y sus inmensos huevos golpeando mi barbilla, en el momento en que sentí que Rubén echaba su semen en mi concha, tuve un orgasmo tan fuerte que lo acompañé con una chorro largo y caliente de orina. Rubén ...
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