1. TODO LO QUE PERMITI QUE ME HICIERA MI NOVIO (1) y (2)


    Fecha: 20/01/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... era difícil realmente disfrutar, así que nos separamos, y Rafael me tomó de la mano para llevarme a uno de los cuartos de enfermo. Ya dentro, nos sentamos en un sofá y era increíble estar ahí encueradita por completo dejándome acariciar por todos lados y de todas las formas posibles por Rafael que, debo decirlo, siempre fue muy tierno y dulce, y ahora entiendo que se preocupaba porque yo gozara lo mas posible… y lo digo porque, después de Rafael y antes de casarme, cogí con otros tipos como les iré contando, pero creo que no hay nada como un primer amante que sea considerado y gentil y aunque al final no vivimos juntos, lo sigo recordando con cariño, como se habrán ya dado cuenta. Ya cuando me casé, pues debía respetar a mi esposo y aunque él no es lo mejor cogiendo, por lo menos me hace feliz en ese aspecto… aunque debo decirles que mas de una vez mi marido me la está metiendo de ciertas formas y debo ponerme alerta para no decir el nombre de Rafael en vez del suyo ¡Se me arma! Bueno, el caso es que nada mas imagínense ustedes… yo encueradita ya y Rafael con toda su ropa. Puse mi mano en su verga a través del pantalón y se le sentía enorme. Como pude y mientras lo besaba, por puro tacto busqué cómo zafarle el cierre y mientras el zafaba su cinturón. Cuando ya estaba libre el alzó su cadera para bajarse el pantalón pero yo le dije quedito que mejor se pusiera de pie y así lo hizo. Ahí estaba frente a mi y sin dejar de vernos a los ojos le bajé el pantalón junto con su ...
    ... trusa y la verga saltó como resorte. La verdad que Rafael no es de verga grande porque había visto unas de mayor tamaño cuando el doctor operaba pero esa verga estaba paradita por mi y para mi… así que sencillamente me quedé viendo su tranca y comencé a sobársela con una mano y con la otra, audaz que me había puesto, le sobaba los huevos y Rafael sonreía feliz. Le corría el pellejito y la cabeza de su verga se le veía grandotota, y de color mas oscuro que el resto de su verga y desde luego de su piel, y que él es blanco mientras yo soy un poco morena. No sabia qué hacer mas que seguirlo sobando aunque recordaba de nuevo las palabras de Raquel, mi hermana, que me aconsejó una vez que si el que fuera mi esposo me pedia mamársela, no era eso precisamente lo que debía hacerle, ya que succionarle la verga podría lastimarlo… y que solo debía chupársela como si fuera un helado, pasarle la lengua por la cabecita, ponerle la punta de mi lengua en el agujerito y nunca dejar de sobarle los huevos… así que comencé a hacérselo así a Rafael y ¡Nada mas hubieran visto la cara que puso! Estaba feliz y no dejaba de sonreír ni de acariciarme las chiches, así como estábamos, el de pie frente a mi, y yo sentadita viendo esa vergota que, según pensaba, estaba mucho muy gruesa como para que me cupiera en mi panocha virgen… y no sé cómo se me ocurrió besársela y eso iba yo a hacer cuando Rafael se hincó frente a mi, y mientras se despojaba de su camisa y camiseta para quedar encueradito como yo, se ...
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