1. Ética, religión y Mónica -2


    Fecha: 20/01/2019, Categorías: Hetero Autor: Lman13, Fuente: CuentoRelatos

    ... una puta, que me gusta la verga, que quiero que me cojan. Me metí los dedos, me piqué el culo, me pellizqué los pezones casi hasta arrancármelos. Perdí la cuenta de cuántas veces me vine hasta que, como a eso de las cuatro y media de la mañana me quedé dormida en la cama empapada de mis propios jugos. Pocas veces había tenido la verga tan dura simplemente por oír un relato. La imagen de su cuerpo desnudo retorciéndose de placer en la cama inundó mi mente. Me la imaginé meneándose furiosamente su panocha peluda con las dos manos, acostada en la cama y con las piernas abiertas mientras sus tetas al aire se bamboleaban de un lado al otro. La imaginaba también con una mano al frente ensartándose los dedos en la panocha y con la otra atrás picándose el culo. La podía ver con la cara contorsionada de placer al llegarle el orgasmo y juro que casi la podía oír pidiendo verga. También me podía imaginar los aromas de sexo intenso que inundaban su habitación. Como pude, y no sin esfuerzo, mantuve la serenidad. Me pregunté si sería que ahora ella es la que estaba jugando conmigo. - Así que te pusiste a hacer tu tarea, ¿eh? Nuevamente se rio. - Si, hice tooooda mi tarea. Nuevamente se puso seria y con voz franca me dijo: - Gracias Alex. Gracias de veras. Yo pensé que me iba a sentir mal, pero la verdad es que me siento… liberada. Tengo esta sensación agradable en el pecho y por primera vez desde que tengo memoria, no siento angustia por las tareas, por la escuela, por mis padres. En fin, ...
    ... por nada. Tengo ganas de sonreír y de sentir el sol en el rostro, de salir a pasear y… - Wow, wow, wow. ¡Un momento señorita, un momento! El sexo tiene propiedades… medicinales, si quieres ponerlo así, pero no va hacer que la escuela desaparezca. El sexo no te va a liberar ni de las tareas, ni de los exámenes, ni de darle de comer al gato. Y si te pierdes en él puede haber consecuencias adversas. Hay que disfrutarlo ple-na-men-te, pero siempre consciente de lo que estás haciendo… Considera esta charla como la lección número dos. -Je, gracias profe. Es solo que me prometí a mí misma que el resto de la semana no habría preocupaciones y que me divertiría. El lunes ya veremos. No, no estaba jugando conmigo. En verdad se estaba transformando. Años de, no digamos abstinencia sino de, autorrepresión sexual, estaban llevándola a este punto. No se trataba de no haber tenido sexo, sino de haberse sentido culpable por tan solo pensar en ello. Pensé que, de alguna manera, estaba yo haciendo una buena obra y me daba cuenta de que Diosito me recompensaría por ello con un excelente fin de semana. El receso había terminado y nos levantábamos para ir a nuestra siguiente clase: Dibujo. Para ello teníamos que movernos de salón. Ella dijo que debía ir al baño y que nos veríamos ahí. Me encaminé hacia el salón de dibujo sin prisa pensando en todo lo que estaba ocurriendo y afuera del salón ya estaban Carlos y Héctor esperándome. Carlos rodeado de chicas, como siempre y Héctor a su lado. Al verme, ...
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