1. EL NEGRO DE LA PLAYA


    Fecha: 21/01/2019, Categorías: Gays Sexo Interracial Autor: davicio, Fuente: xHamster

    ... precum .Aquel hombre era muy fuerte. Con una solo mano, me obligó a agacharme apoyando la cabeza sobre la húmeda roca. . Se movía frenéticamente detrás de mí. Me dio una palmada en el culo con su poderosa mano haciéndome chillar. Volvió a darme varias palmadas hasta ponerme las nalgas de un color rosado.Sus manos empezaron a sobar mis nalgas a conciencia con lo cual no tardé en entrar en calor. Inesperadamente sentí unos gruesos dedos moviéndose circularmente alrededor de mi ano, acariciándolo con suma delicadeza. Incliné las caderas hacia delante. El contacto de mi estómago con la fría roca me produjo una sensación un tanto extraña. Pensé que si hubiera podido restregar mi polla contra la pierna de mi amante ocasional no hubiese tardado en correrme brutalmente. Estaba tan excitado que no podía soportarlo más. - Vamos, follame ya- suplique - Estás a punto para sentir mi polla en tu interior.Pese a no poder negar mi nerviosismo, traté de relajarme y entreabrí las piernas preparándome para la embestida que se avecinaba. En aquel instante, un dedo penetró mi ano. Al principio se introdujo lentamente, pero después entró y salió cada vez más rápido hasta hacerme enloquecer por completo. De repente aquel bastardo deslizó otro dedo en mi dilatado esfínter.Dos fornidas manos me agarraron por las caderas. El ardiente glande de su grueso tallo rozó el exterior de mi pequeño agujerito. Creí que no estaba seguro de querer penetrarme, pero en una rápida embestida sentí cómo se abría ...
    ... paso en mi interior. Chillé sin poderlo resistir, aquel cabrón me había metido su enorme verga sin la más mínima compasión. Lloré ante semejante intromisión en mis entrañas. Abrí los ojos como platos degustando con placer aquella estupenda verga. Mi cuerpo se movía y agitaba al ritmo de sus acometidas. Arqueé la espalda, arañé con las uñas la roca y contraje la respiración. Los latidos de mi corazón se aceleraron.El moreno embestía una y otra vez, sin dar muestras de cansancio y, mientras su verga taladraba mi ano, volví la cabeza. Aquel hombre tenía la mirada perdida y buscaba aire con dificultad. Lanzó un gemido de placer y me embistió con tanta furia que casi me hizo levantar del suelo. Mi polla estaba a cien, estaba tan excitado que supe que no tardaría en correrme. Tan solo era cuestión de segundos.Sentí la acometida de aquel negro mientras invadía mis intestinos. Ladeé la cabeza y contemplé la escena con excitación. Estaba siendo sodomizado sin el más mínimo descanso por aquel maravilloso semental. La escena me resultó tan sumamente morbosa que acabé perdiendo el control de mí mismo y me corrí sin remedio.Mi amante me dejó descansar unos breves momentos para poder recuperar el aliento extrayendo aquella flecha de mi conducto anal. Tenía la verga totalmente endurecida. Mi mirada le ponía cachondo y, unos segundos más tarde, comprobé el tamaño descomunal de aquel músculo demoledor.El hombre empezó a sobarse la polla con sus dedos. Le miré a los ojos y ambos sonreímos. ...