1. Soy la puta de mi ahijado (V)


    Fecha: 22/01/2019, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: amadecasamari, Fuente: CuentoRelatos

    ... que quisiera conmigo, le digo: “Pero como voy hacer eso, si lo hiciera, me convertiría o me sentiría como una puta: ¿Es eso lo que quieres? ¿Qué sea una puta?, yo me creía que solo sería tuya “ Él muy serio me mira a los ojos y me dice: “Si madrina, eso es lo que quiero y tú me dijiste que serías mi puta para todo. Por eso te lo he vuelto a preguntar hoy cuando he llegado. Pero si no vas a cumplir lo que me has dicho, es que no me quieres y por tanto es mejor que dejemos de vernos. Solo te pido que cuando nazca nuestro hijo me dejes verlo de vez en cuando y tenerlo en mis brazos alguna vez. Me voy a vestir y me marcho. Maribel, seguiremos como antes de ser amantes, tú serás mi madrina y yo tú ahijado, pero no volveré a estar nunca más contigo como hombre y mujer” Él levantándose del sofá, fue a coger su ropa para ponérsela y cuando se había ya puesto la camisa le dije: “Mi niño, por favor, no me hagas eso, sé que te lo dije, pero pensé que solo serías tú el que me tendrías, no que me ofrecerías a tus amigos para que también gozaran de mi” Raúl entonces, colocándose sus calzoncillos me dice: “Por eso te volví a preguntar si realmente querías ser mi puta, y me contestaste que sí. Y al decirte que me excitaría verte follar con otros, también me dijiste que si era eso lo que deseaba y quería que lo harías y ahora me dices que no. Eso no es así madrina, si eres mi puta y deseas tenerme y que yo sea feliz contigo debes de cumplir lo que me has dicho. Si no… no pasa nada hacemos ...
    ... como te he dicho, lo dejamos y seguimos como antes. Voy a terminar de vestirme y me voy“. Yo entonces viendo que lo decía en serio, y que por tanto dejaría de estar con él, que es lo que más deseaba, pues ningún hombre en mi vida me había hecho gozar como lo había conseguido él. No sé qué tenía ese niño que no podía pasar sin él, lo necesitaba a mi lado y deseaba hacer constantemente el amor con él, y si no hacía lo que me decía lo iba a perder como hombre y amante para siempre. Y no estaba dispuesta a eso, por tanto para no perderlo tomé la decisión más crucial que en mi vida había tomado al consentir en su deseo, y le dije: “Está bien Raúl tu ganas, estoy loca por ti y no podría vivir sin tenerte a mi lado y sin que me hicieras gozar como gozo cuando estoy contigo. Seré tu puta y de los demás si es lo que tú quieres, pero por favor no te marches. Yo ya he cedido a tus caprichos ahora quiero que te quedes a comer conmigo y volvamos hacer el amor durante todo este tiempo que nos queda hasta la hora de la comida y tras comer hasta un poco antes de la hora que llegue mi marido ¿de acuerdo?” Con estas palabras acababa de dar un giro por completo a mi vida y han sido, entre otras cosas, el motivo de encontrarme yo ahora aquí en esta casa prostituyéndome. Entonces él, volvió rápidamente a desnudarse se acercó a mí, me dio un fuerte beso y abrazándome pegando su cuerpo al mío desnudo y lleno de restos de su semen y mis fluidos me dijo: “Gracias, madrina, pero esta vez no te echaras ...
«12...6789»