1. Juventud en éxtasis: El remedio de pap&aacu


    Fecha: 22/01/2019, Categorías: Anal Primera Vez Tabú Autor: predatorgapes, Fuente: xHamster

    ... de Juliana a través de la delgada tela de sus bragas. Estaba claro por qué la chica había comenzado a suspirar, deleitada ya por aquel magreo que había terminado por humedecer la tela de su tanga.Alejó su mano como si estuviesen quemándose en fuego, y la chica giró el cuello para lanzarle una mirada que parecía más un “¿por qué paras?” que un “¿qué rayos estás haciendo?” Sintió entre sus dedos la humedad de su hija, y una extraña vergüenza cayó sobre su espalda.Quería explicar aquello de la manera más adecuada para poder salir librado de aquello y continuar con la normal relación padre-hija que ambos tenían. Pero no tenía idea de cómo se podía explicar aquello. Su hija lo miraba, confundida, mientras él se sumía nuevamente en sus pensamientos.De pronto su alterada mente casi estalla, y su cuerpo se sobresaltó en el momento en que el timbre de la puerta sonó.Fabricio corrió hacia la entrada de la casa, su verga endurecida no cedió ni un poco, así que la ocultó como pudo.Abrió la puerta, donde el adolescente repartidor lo esperaba con una mirada algo grotesca, Fabricio sonrió.- ¡Dos pizzas de pepperoni! – anunció el chicoAlgo m*****o por la repentina interrupción, Fabricio miró el reloj.- ¿Son recalentadas, o por qué tan rápido?El chico lo miró con extrañeza.- Son recién hechas, señor.Fabricio afirmó con la cabeza.- Voy por el dinero – dijo entonces, desapareciendoEl muchacho permaneció en la entrada de la casa, extrañado. Su confusión aumentó cuando apareció frente a él la ...
    ... preciosa hija de Fabricio, en bragas y con su short enrollado a media pierna.Se asombró realmente; no todos los días aparecía ante él una exuberante morena, con la piel clara y el cabello liso hasta la mitad de la espalda. Con las bragas a mitad de sus piernas, el muchacho pudo distinguir las contorneadas piernas de la chica, que se elevaban hasta llegar a unas anchas caderas que denunciaban el enorme trasero que poseía. Pudo ver las curvas inferiores de sus tetas, su hermoso cuello y su rostro, maldita sea, ¡qué rostro!Una nariz recta, ni grande ni pequeña, se dibujaba entre dos preciosos ojos oscuros de tamaño mediano. Estos parecían más hermosos de lo que ya eran gracias a las cejas, perfectamente dibujadas bajo su amplia frente. Su boca no tenía vergüenza; plana y ligeramente dibujada, dejaba sin embargo ver la carnosidad que poseían. La ovalada forma de su rostro parecía diseñada por algún artista; había dos expresiones que multiplicaban la belleza de aquella cara, y el afortunado repartidor tuvo la suerte de ver una de ellas: la de extrañeza, casi m*****ia, que provocaba que unas preciosas líneas de expresión se dibujaran en su frente y que su labio inferior aumentara su tamaño respecto al superior.- ¡Papá! – gritó la chica, mirandoserenamente al boquiabierto muchacho - ¡La pizza!Fabricio apareció de pronto.- ¡Metete! – gritó, con una mano en la cabeza apretujando su cabello.La chica obedeció.- ¡Bueno! – la detuvo Fabricio, rendido – Llévate esto, ¡y súbete eso! – dijo, ...
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