1. Mi cuñado 1


    Fecha: 23/01/2019, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Y entonces pregunto que quien me gustaba para darme por el culo. Entonces pensé: “¿Y por que no?” Sólo iba a ser un rato. Yo respondí en automático que su hermano. 1 Esa noche tuve el orgasmo más fuerte desde que nos casamos. Él es bueno en la cama. Coge rico, si. Pero yo quedaba insatisfecha... hasta esa noche. La tenía hasta adentro, pegando ahí, donde siento electricidad corriendo por todo mi cuerpo. Sentía que su verga era de fuego, me quemaba. Hacía un esfuerzo para apretarlo tan fuerte para que no se saliera nunca. Así sentados sobre la cama, chupaba mis tetas, goloso, mordiéndome suavemente. Me mojaba mucho, sabía que no le gustaba, pero que me importa, si lo que quería era llegar una, dos o tres veces. Y entonces pregunto que quien me gustaba para darme por el culo. Entonces pensé: “¿Y por que no?” Sólo iba a ser un rato. Yo respondí en automático que su hermano. Entonces me detuve. Lo mire, sorprendida de mi respuesta. Pero mi sorpresa fue más por lo que dijo después. Me pregunto si la verga de su hermano cabía en mi culito. ¡Demonios! ¡Me sentí tan puta! Tan bueno era ser mala. Ya sin poder detenerme le conteste que si, que quería a los dos hermanos en mí. Le dije que quería que sintiera la verga de su hermano adentro mío, que deseaba sentir ambas vergas partiéndome. La idea me hizo sentir tan excitada que me vine. Aprete su verga fuerte -eso creo- que sentí que se sacudía mientras me llenaba con su semen. ¡Su-pu-ta-ma-dre! ¡Que sabroso era venirse y sentir su ...
    ... leche hirviendo además! Le pedí que no se detuviera, su verga ya no estaría bien parada pero necesitaba frotarme con furia para tener un orgasmo más. Y llego, por tercera vez, esa dulce muerte, esa sensación de placer tan efímero, pero tan intenso, que hace que me quede sin habla, sin voluntad, por unos minutos. Lo abrace mientras me lo comía a besos. Sus labios, su lengua, su saliva, el sudor de su cuello, todo era el maná para mí. Me sentía tan llena, que no repuse en lo que había preguntado antes. No quería que se enojara y no me abrazará por la noche después de esto tan rico. Así que no dije nada al respecto. Se salió suavemente, me recostó a lo largo de la cama, acomodo las cobijas y se acostó a mi lado. Me abrazó, sujetando mi cabeza sobre su pecho. Oía su corazón. Latía rápido. Entonces pregunto que si era verdad que quería la verga de su hermano en mi culito. Le conteste que no se enojara. Que sólo era la calentura del momento. Él no sabe que nuestros hijos, son en realidad, de su hermano. Él es estéril. Ya habíamos intentado tener bebes por cuatro años. Así que, después del último examen que le hizo el Doctor Morales -un amigo de mi mamá- decidimos dejar el asunto por la paz. Entré al gimnasio mientras el trabajaba por la mañana, en el primer horario. En ese entonces yo entraba a trabajar a las nueve. Muy buen tiempo para ejercitarse y volver a casa para cambiarse e ir a la oficina guapa y radiante. Fue entonces que descubrí que su hermano levantaba pesas ahí mismo pero ...
«1234»