1. CHUÁ Autor MAPMAKER


    Fecha: 23/01/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    CHUÁ Autor MAPMAKER Contraté a un indígena para que me ayudara en ciertos trabajos de mantenimiento en mi casa. Laboró varios días durante los cuales entablamos amistad; tomábamos cervezas mientras hacíamos los trabajos. Era de estatura baja y contextura gruesa, respondía al nombre de Chuá. Noté que cada vez que entraba a la habitación donde dormíamos Chuá tenía la mano metida en el pantalón justo donde estaba la entrepierna notándoseleuna fuerte erección. Cierto díaque estábamos libando más de lo normal una idea loca vino a mi mente: quería sentir el miembro del indio dentro de mí, se me hacía agua la boca el ver la el bulto que se manifestaba bajo el pantalón.Esperé a que estuviera bajos los efectos del alcohol para poner mi plan en marcha. Fui al baño para colocarme una lavativa y limpiar mi intestino. Regresé a la habitación, Chúa estaba sobre el lecho adormiladoa través del pantalón mostraba una erecciónenorme. Apagué la luz, solté la toalla que cubría mi desnudez; mis manos temblorosas se dirigieron hacia su cintura desabrochando su pantalón esperando cualquier resistencia a mi acción. No se opuso, me dejó hacer; no pude ver su rostro en la oscuridad pero noté que su respiración se volvía pesada. Le desnudé por completo, dirigí mi mano buscando su verga; me quedé admirado de su forma y grosor. No eramuylarga perosimuy gruesa; la punta estaba coronada con una acampanada cabeza sin prepucio, con el orificio del glande fuera de lo normal; los bordes dela campana eran de ...
    ... dimensión mayor que el resto del pene, se asemejaba a la verga de un burro. Recorrí con mi mano todala extensiónde su miembro hasta llegar al glande;mis dedos se humedecieron con un líquido pegajoso que empezó a brotar de aquella cabeza; temblando de la emoción acerqué mi boca para introducírmela pero no pude; me limite a darle chupetazos lamiendo los jugos que manaban incesantemente de ella; comencé a acariciarle los gordos testículos, sentí un estremecimiento en las caderas del indio a la vez que aumentaba el sonido de su respiración. Me acosté a su lado, de espaldas a su cuerpo; puse un poco de gel de cabello en la entrada y dentro de mi ano, pegué mi culo a su pubis hasta sentir el roce de su verga contra mis nalgas. Tomé la campana dirigiéndola hacia la entrada de mi ano, presioné mi cuerpo contra el suyo. Sentí la gruesa punta ubicarse en mi resbaloso esfínter pero no lograba la introducción; era muy grande y la pose no facilitaba la penetración. Cambié de posición, lo induje a acostarse boca arriba y me coloqué sobre él; nuevamente dirigí la acampanada cabeza hacia mi orificio, presionando mi esfínter contra la gruesa puntabuscando que esta lofuera ensanchando. Relajé mi cuerpo lo más que pude , el hinchado glande fue dilatando poco apoco la estrecha abertura estirando los pliegues de miapretado anillo, avanzandohasta atravesar elestrechoumbral;penetró triunfante, desplazándose a través de las paredes de mi intestino hasta posesionarse por completo dentro de mi recto; un ...
«123»