1. La mejor Nochevieja de mi vida


    Fecha: 31/01/2019, Categorías: Intercambios Autor: libelula, Fuente: CuentoRelatos

    ... hacerme venir en un orgasmo que casi no acaba y embadurnarse bien la cara de mis abundantes fluidos. Satisfecho de su trabajo me puso en cuatro, aun sin terminar mis contracciones, palpitando todavía mi vagina con los estertores del orgasmo y como un semental llevó su verga hasta colocar el capullo entre los labios abiertos hacía rato, esperando aquel cipote delicioso que me iba a llevar al placer más infinito. Lo sentí entrando de golpe hasta el fondo de mi vagina, cogiéndome de la cintura me la clavaba con fuerza, sentía sus huevos golpear mi culo provocando un chof, chof, chof, chapoteando en el abundante flujo, me azotaba las nalgas y yo me movía para aumentar mi placer. "Que bien te mueves zorra, goza, toma verga". "Como tiene que disfrutar el cornudo de tu marido con lo puta que eres" " Esta follada la vamos a repetir muchas veces, vas a ser mía". Estas groserías lejos de molestarme me ponían más caliente, sentía su polla dura estimulando mi vagina y a la vez su dedo pulgar hurgaba en mi ano una y otra vez. No podía evitar gemir, gritar, pedir más verga. No pudo aguantar más y me llenó con el primer chorro, lo que provocó me corriera al sentir su leche caliente, sentía sus espasmos de la polla y sus continuos chorros en disminución , mientras mi cuerpo se retorcía de placer, mi vagina palpitaba y tenía contracciones intentado aprisionar aquella verga y sentía descargas nerviosas que me llevaban casi al desvanecimiento. Caí derrumbada boca abajo en la cama y él encima ...
    ... jadeante, los dos con la respiración entrecortada y el corazón a mil por hora. Así permanecimos un rato mientras sentía como disminuía su polla que iba saliendo despacio de mi coño, arrastrando un reguero de fluidos y semen que bañaban mi entrepierna y las sábanas. Quedé profundamente dormida hasta el amanecer, cuando sentí el abrazo de Roberto, sus caricias y sus dedos jugueteando en mi coño. Estaba muerta de sueño y aunque me gustaba lo que me hacía seguí adormilada, el siguió estimulando mi vagina hasta que con la polla dura se puso encima de mi clavándomela en posición de misionero. Debió despertar muy caliente porque no tardó en descargas dejándome su esperma llenando mi sexo. Oí como al cabo de un rato pedía el desayuno al servicio de habitaciones. Cuando entró el camarero a la habitación, me encontraba totalmente desnuda encima de la cama y no me tomé la molestia de cubrirme. Mientras servía el desayuno observé no dejó de mirarme. Según Roberto se fue con la polla dura. El aroma del café caliente terminó por despejarme y unido al apetito que tenía me dispuso a dar cuenta del copioso desayuno. Sonó el móvil de Roberto. Era su mujer que le apremiaba a regresar a la habitación. Le contestó bastante seco que aun tardaría más de una hora, que si tenía prisa se fuera arreglando. Recuperadas nuestras fuerzas Roberto volvió a la carga, me asombró su capacidad de recuperación y cuando se lo dije me comentó que no tenía mérito alguno con una hembra como yo entregada a su disfrute ...