1. Un trans me enseñó el verdadero placer (Parte III y final)


    Fecha: 01/02/2019, Categorías: Transexuales Autor: buscotrans, Fuente: RelatosEróticos

    Salimos al bar y nos unimos a los acompañantes de mi chica. Estaban sentados en la barra, charlando animadamente y pasados de tragos. - Al parecer hubo fiesta en el baño - dijo el amigo de mi chica mientras le daba una nalgada y mirándola pícaramente. Ella rió, nos presentó a todos y pidió dos cervezas. Se sentó al lado de su amigo y yo al extremo, muy cerca de su novia. Pude detallarlos mejor: él era blanco, parecía un tipo normal de esos que trabajan todos los días y salen de vez en cuando a relajarse. Ella tenía una falda corta, medias negras y un sostén de esos que ahora usan todas las mujeres para parecer entre góticas y sexys, sus labios rojo carmín y unos lentes que la hacían ver como profesora mala. La conversación iba subiendo de tono, mi chica reía y la pareja ya comenzaba a acariciarse sin disimular. Él me guiñó un ojo y llamó al encargado de la barra con un fajo de billetes en la mano: - primero iré yo con mi chica al baño y luego los dos noviecitos, no dejes que nadie nos moleste -, inmediatamente se levantaron y mi chica me dio un largo beso: - Parece que la noche será larga -, me dijo mientras tomaba mi mano. No dije nada, pero en el fondo eso era lo que estaba deseando. 10 minutos después entramos en el baño y cerramos la puerta con pasador. Al fondo de los sanitarios estaban los amigos de mi chica, comiéndose a besos y a punto de cojerse mutuamente. Él apoyado a la pared y ella pegada de espaldas a su pecho, la falda y la blusa ya estaban en el piso. Una ...
    ... mano del chico se perdía dentro de esos muslos, mientras que la otra sobaba unas tetas rodeadas por una especie de liguero negro que las aprisionaba y dejaba al descubierto todos los senos coronados por pezones marrón claro. La imagen era tan excitante que instintivamente me puse en la misma posición de él, me saqué mi pene y llamé a mi chica. Ella se desnudó rápidamente y comenzó a lamerme todo el tronco, se metía todo mi falo hasta su garganta mientras yo comenzaba a gemir. - Hay algo que quiero hacer -, me dijo mientras me quitaba todos los pantalones y la franela. Se levantó, me besó el cuello, el pecho y me pidió que me apoyara del lavabo con las piernas abiertas. Yo obedecí, mientras escuchaba extasiado a los amigos de mi chica cojerse como animales en un sanitario, con ese sonido característico del choque de las nalgas cuando una mujer cabalga bien una polla y los gemidos y palabras: - que rico me cojes, todo es tan rico contigo papi -. Mientras escuchaba esa sinfonía de placer, sentí como mi chica comenzaba a morder mis nalgas. Yo, dejándome llevar, me las abrí con mis dos manos ofreciéndole mi culo para que hiciera con él lo que quisiera. - Que putica eres -, me susurró mientras comenzaba a lamer mi orificio anal que ya estaba palpitando. Yo solo pude decir: - Soy tu putico hoy, cójeme un ratico -. Ella me lamía el culo y me besaba los huevos, mientras yo me masturbaba y perdía la noción de la realidad. Comencé a sentir su dureza intentar entrar en mí, era una sensación ...
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