1. Por putear tuve que dejarme coger por la policía (Parte 1)


    Fecha: 02/02/2019, Categorías: Transexuales Confesiones Autor: ClaudiaZorra, Fuente: CuentoRelatos

    Como en muchos lugares de Latinoamérica, siempre hay que andárselas con cuidado cuando se trata de los policías, pues nunca sabes de qué lado están: con la ley o para joderte. En mi caso, me jodieron, pero como siempre, al final salí ganando en placer. Fue hace tres semanas atrás, un fin de semana de trabajo. Como todos los sábados, esa noche me tocaba caminar por el parque centenario (los otros días de la semana simplemente espero paciente en algún hotelito de la ciudad). Para ese día opté por un vestidito de licra negro, sin mangas, tipo tubo, es decir, súper pegado, dejando ver todas mis curvas; además era lo suficientemente corto como para dejar de ver casi todos mis muslos; un centímetro menos y se podría ver la trusa roja que llevaba puesta. Acompañaba el vestido con unos zapatos de stripper, con tacones de 12 cm de alto (y ya me he vuelto una experta con esos). Mi pelo largo y ondulado acariciaba mis hombros desnudos mientras caminaba por el parque. Estaba contenta, me sentía una diosa: bella, sensual, y con muchas ganas de coger. Salí de mi departamento como a eso de las 9 pm. La noche había estado lenta… ya eran pasada las 10 y solo había hecho feliz (pero muy feliz) a un tipo en sus 50s. Si no me apuraba, simplemente perdería ese sábado. En un momento un chico, de quizá 25, detuvo su auto a mi lado, y llamó mi atención. -“Hola cariño, ¿nos puedes acompañar” –dijo con una sonrisa pícara. Le devolví la sonrisa y miré el interior de su auto. Eran tres, todos casi de ...
    ... la misma edad. -“¿Qué tienen en mente?" Pregunté. -“Simplemente algo rapidito, una buena mamada de verga para cada uno. No tenemos mucho tiempo disponible” Una simple mamada. Bueno, ¿qué más da? Si son tres, puedo sacar algo simplemente mamando vergas. -“Ok, pero sería 100 mil (pesos) cada uno, ¿Les parece?” Se miraron entre ellos, como dudando, pero al final aceptaron. “Ok cielo, pero lo hacemos aquí en el auto nada más”. Tenían un SUV bastante espacioso así que no me opuse a la idea. -“Súbete! Vamos a buscar otro lugar más reservado” Subí, en la parte trasera, al costado de uno de los chicos (ni me di tiempo de preguntar sus nombres). El conductor nos llevó por el parque de la marina, hacia la Av. Santander. Conocía la zona: había algunos estacionamientos algo escondidos pasando el parque. Mientras íbamos los otros dos tipos ya habían sacado sus vergas, exponiéndolas. Quizá tenían algo de tragos (y quién sabe qué habrían fumado), pero obviamente estaban en plan de juerga. Igual, esas vergas empezaron a excitarme así que tomé la que tenía más a la mano y empecé a masajearla. Finalmente llegamos al estacionamiento. Buscamos la esquina más oscura; el auto no tenía lunas polarizadas así que mejor cuidarse. El asiento trasero serviría como el “mini-burdel” – cada uno de ellos pasaría por allí. Pusieron música suave, de Sade (por supuesto) y se podía respirar sexo en el aire. Empecé chupándosela al primero, llamémoslo Mario. Tenía una buena verga: dura y gorda, cabezona, llena de ...
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