1. Una vagina enorme para mí solita


    Fecha: 03/02/2019, Categorías: Transexuales Sexo con Maduras Autor: Mara, Fuente: CuentoRelatos

    Mi hermana Lora y yo celebramos el tercer aniversario de su hijito, Lora quiso una fiesta en todo lo alto, con pastel (tarta) refrescos, cervezas para los adultos, tamales de mole, rajas, verdes, de hoja de plátano, etc. Adornamos la casa muy coqueta y ese sábado comenzamos la fiesta a las 5 de la tarde. Vinieron muchos vecinos con sus hijos, esposas, las abuelitas, y gorrones. Mamá se preparó con un par de botellas de Brandy, agua mineral, hielos y coca colas. Lora estaba de verdad radiante, más mujer tenía ya 18 años y yo 20. Se puso para la ocasión un vestido rosa con estampado de flores blancas que le llegaba arriba de la rodilla, unas zapatillas rosas y aretes rosas de plástico. El cabello se lo alisó por primera vez y lo tiñó de castaño claro ¡Qué guapa es mi hermanita! Pensé, obviamente los lobos del barrio estaban al acecho de ganarse el cariño de Lora y llevarla por fin a la cama. Yo me puse unos jeans y una blusa amarilla de tirantes, zapatillas deportivas y poco maquillaje, unos aretitos pequeños y un dije colgado al cuello. El viejo PP, el vecino estaba detrás de mí como perro de presa pero sin quitarle los ojos a Lora que cuando se sentaba enseñaba una porción generosa de sus hermosas piernas rosadas perfectas. A veces como al descuido enseñaba sus diminutas pantaletitas, yo sabía bien que no lo hacía por descuido sino para atraer las miradas masculinas y la envidia de las femeninas, sabía mi preciosa hermana que causaba deseo y odio de las mujeres lo cual ...
    ... siempre le fascinaba hacer como buena Aries. Para las 8 de la noche Don PP ya estaba tomado y pasándose de la raya, me agarraba el culo cada vez que podía y yo miraba a Isis cómo se ponía inquieta y seria de ver el acoso sexual al que su tío me tenía fastidiada. Así las cosas, llegó también el “Inge” el novio de Lora que inmediatamente desplazó a los machos vulgares que la estuvieron rondando, con su porte altivo su estatura y galanura no hubo más rival para él. Ya como a las 10 de la noche los pies me estaban matando de tanto ir y venir sirviendo “jaiboles” y “cubas”, cervezas y tamales. Solo se quedaron Don PP, sus sobrinos más grandes, su sobrina Rosa la mamá de estos muchachos e Isis, el novio de Lora y algunos amigos del barrio. Lora descaradamente se daba besos aprovechando que mamá de retiró a su recámara a descansar con mis hermanitos pequeños y mi sobrinito. Nos quedamos en el patio de la casa. Lora y Manuel sentados en dos sillas de lámina se besaban, ella con las piernotas cruzadas a punto de enseñar las nalgas y más caliente que nada, llamaba poderosamente la atención de todos. PP cínicamente me puso su manota en las piernas acariciándomelas como si fuera yo de su propiedad, Isis le dijo: ¡Ya tío respéteme un poquito! ¡Ay Mi’ja no pasa nada para todas tengo, su sobrina la madre de Isis se río vulgarmente, esta era una señora entrada en carnes y de unos 50 y tantos años, se veía que en su juventud fue una mujer muy guapa, del estilo de Lora (por lo que creo se llevaban ...
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