1. Mi complaciente hijita...parte uno


    Fecha: 04/02/2019, Categorías: Tabú Autor: monarchone, Fuente: xHamster

    ... manosear las piernas y luego la abrazaba por detrás pretendiendo querer quitarle la pelota pero lo que realmente hacía era restregarle mi verga sobre su nalguitas, obviamente por encima de su bikini; ni Adriana ni mi hijo se daban cuenta de esto ya que todo era muy rápido, además de que todos mis movimientos eran por debajo del agua y también ayudaba que estaba comenzando a oscurecer por lo cuál la visibilidad no era muy buena.Me dí cuenta de que las primeras veces que rozé con mi bulto el culo de mi hija, esta se retiraba inmediatamente, me imagino que le daba verguenza; pero conforme el juego fué transcurriendo y los roces se intensificaban noté que ya Ashley no se me retiraba cuándo la abrazaba por detrás, más bien ella inclinaba su cuerpo hacia adelante como tratando de alejar la pelota de mi para que no se la quitara pero con este movimiento de cuerpo lo que ella hacía inconcientemente era restregar con más fuerza su trasero contra mi verga permitiéndome sentir sus nalgas firmes y duritas, hasta el punto de sentir por momentos que me derramaria ahi mismo en la alberca...ja ja jaDespués de un buen rato de haber estado “jugando” en la piscina era hora de irnos a nuestra cabaña a bañarnos y alistarnos para ir a cenar. Mi hijo y yo vestimos casual, playeras y unos pantalones cortos, Adriana mi mujer se puso una blusa blanca casi transparente que hacía notar el pequeño sostén que traía debajo de esta, su falda subía un poco más arriba de la rodilla lo cuál permitia apreciar ...
    ... sus tremendas piernotas y la cuál al llegar a la región de la cadera hacía que su cintura se le marcara de maravilla. Ashley por su lado, se recojió su cabello y calzando unas sandalias se puso un vestido de una sola pieza que delineaba muy bien su juvenil pero ya escultural cuerpecito. Al ir caminando por el malecón podía observar como la gente en su mayoría varones se nos quedaban viendo, no tanto a nosotros los hombres si no al par de damas que nos acompañaban.Adriana y Ashley caminaban delante de nosotros y de hecho ellas no aparentaban ser madre e hija si no más bien lucían como hermanas, incluso noté que Ashley ya estaba casi de la misma estatura que mi esposa; yo veia como mi esposa con picardia caminaba muy sensual, moviendo exageradamente su cuerpo y a cada paso que daba sus nalgas se movian en un vaivén hipnótico y seductor, a leguas se veia que ella quería darse a notar y vaya que lo estaba logrando. Pero lo que más me tenía embobado era ver como debajo del vestido de mi hija se estremecian sus nalgas paraditas, a cada paso que ella daba su vestido se movía delatando el cimbrar de sus nalgas por lo cuál no era muy difícil de deducir que mi hija traía puesta una tanguita a la cuál le resultaba imposible poder contener el tremendo volumen de carne de sus nalguitas.Entramos a un restaurant-bar de esos que tienen música para bailar, pedí un vino tinto para mi esposa y para mi y mientras cenabamos veiamos divertido como algunas parejas un poco pasadas de copas bailaban y ...
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