1. Una noche secreta con mi tío


    Fecha: 22/10/2017, Categorías: Incesto Hetero Autor: Publiero, Fuente: CuentoRelatos

    Hay casualidades que alegran la vida. La mía ocurrió cuando tenía 18 años recién cumplidos. Estaba de viaje de casa mi mamá hacia la de mi papá cuando el vuelo de enlace se canceló y tuve que pasar la noche en casa de mis abuelos y mi tío. Al llegar me enteré que un querido amigo de mis abuelos había fallecido y el velorio sería en un lugar relativamente distante. Me tocaba pasar una noche sola con mi tío más tímido y pacato. Él a pesar de sus 26 años tiene cuerpo de adolescente. Solo un poco más alto que yo, delgado, pero con algo de músculos. Parecía más un compañero de clase que el adulto responsable de esa noche. Era cosa de familia, yo tampoco era una modelo en ese entonces (tampoco ahora jejeje) Baja estatura, senos pequeños, delgada. Pero eso sí, delicada, siempre arreglada y bien vestida. Tomó mi equipaje y lo llevó a la habitación donde dormiría. Me acerqué un momento a buscar un pañuelo cuando vi que registraba mi bolso y sacó una pantaleta. No dije nada y me fui sin que me viera, pensé que tal vez era la primera vez que veía una prenda íntima femenina. No le conocíamos novia y seguramente era virgen, siempre había vivido a la sombra de mis abuelos por ser el menor de sus hijos. Me recosté en el sofá de la sala pensado en mi tío oliendo mis pantis. Me dormí y recuerdo que soñé con mi novio de ese momento. Él me estaba besando y tocando las nalgas como me gustaba. De pronto me besaba los pies y yo me reía. Allí me desperté asustada y mi tío estaba a mis pies, ...
    ... chupando mi pulgar. Él no sabía que decir cuando le pregunté qué hacía. Se paralizó y tartamudeó un par de monosílabos y después le dijo que nada que por favor lo disculpara y que era una tontería. Me sentó y le dije ¿me estabas besando los pies? Volvió a tartamudear y con la mirada hacia el piso, incapaz de levantar la cara me dijo. —Sí, soy un loco, siento. Por favor no pienses mal de mí - estaba pálido como la luna. —Pues sí pareces un loco. Me asustaste – dije sin exaltarme. —Perdón —Estás perdonado, pero la próxima vez que me quieras tocar, que sea cuando yo esté despierta. – Le dije en broma aunque pensando en mi novio. No lo procesó. Hombres, son lentos por naturaleza. Me dijo si quería comer. Calentó la comida y cenamos. Conversamos sobre su universidad, mi colegio. Fluyó mejor de lo que yo esperaba. Al terminar me levantó y se fui a dar un baño. Mientras el agua de la ducha caía en mi cuerpo recordé a mi novio. Me excitaba recodar nuestras sesiones de sexo. De pronto se cruzó en mi mente la imagen de mi tío chupando mi dedo. Me imaginé que más pudo haber hecho si yo no me despertaba. Nunca me habían tocado dormida. Mi cuerpo se calentó un poco y mientras lavaba mi vulva me di un poco de placer sobándome el clítoris. Salí del baño directo a mi cuarto. La calentura no se me pasaba. Busqué mis pantaletas para vestirme y me di cuenta que estaban desordenadas. Ese acto de mi tío no me pareció depravado, más bien me hizo sentirme deseada. A fin de cuentas solo es tío por parte de ...
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