1. El cumpleaños de Camila, al final


    Fecha: 04/02/2019, Categorías: Anal Sexo Duro Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Esteban estuvo dándome por el culo durante un buen rato; sin darse cuenta nunca que, en su calentura, me había confundido a mí con su adorada Camila.Mientras me taladraba mi castigado recto desde atrás, sus comentarios me dieron a entender que sabía de las correrías de Camila con otros tipos. Eso me sorprendió, porque pensaba que mi amiga era muy discreta a la hora de engañar a su chico.Después de darme con un bastante frenesí, pude distinguir que en sus oídos llevaba auriculares, a través de los cuales se filtraba un pesado sonido a rock metálico. Eso le impedía oír los sonidos apagados que hacía cerca Camila, tratando de advertirle que estaba invadiendo un trasero equivocado…La presión de semejante verga en mi estrecho culo tuvo sus frutos y antes de que Esteban acabara, mi cuerpo tembló repentinamente y un tremendo orgasmo me recorrió de pies a cabeza. Pude sentir enseguida que mis flujos volvían a deslizarse hasta mis tobillos.Por fin Esteban se descargó en el fondo de mi culo y enseguida se salió.“Hmmm qué rico aroma, mi perrita…” Me dijo olfateando mis cabellos.Para colmo de males, esa tarde yo estaba usando el mismo perfume que le gustaba a Camila y eso añadía más confusión todavía a su novio…“Ahora te voy a dejar aquí con la cola llena de mi leche… seguro tus amigotes que te dejaron atada a este lindo arbolito, van a volver para desatarte… Con un poco de suerte, hasta puedan aprovechar ese lindo culito que dejé bien abierto y lubricado…”Después me besó la nuca; ...
    ... me dio un par de palmadas en mis nalgas desnudas y simplemente se alejó. Pude oír el motor de su auto arrancando y alejándose.Camila y yo continuamos otro largo rato amordazadas y vendadas, sin poder comunicarnos entre nosotras; sin poder saber cómo se encontraba cada una. Pero un rato después de la partida de Esteban, se oyó el ruido de dos autos y varias puertas abriéndose casi al mismo tiempo.La voz del morocho dijo, luego de explorar mi culo con sus dedos:“Hmmm… parece que la cola de Anita tuvo un visitante desconocido esta noche…”Esteban tenía razón: los cuatro pibes se habían cansado de darle a Helena por atrás y ahora habían regresado por mi culo…Me desataron del árbol y me llevaron en volandas hasta una mesa de piedra.Todavía vendada y amordazada; ahora con mis manos atadas a mi espalda; me subieron a la fría mesa boca arriba, apoyando mi culo al borde para poder tener un fácil acceso a mis dos orificios. Me abrieron bien las piernas y sortearon entre ellos los turnos para ver quién sería el primero.Volví a reconocer la voz del morocho, diciéndome que habían vuelto a cogerme especialmente a mí, por todos, absolutamente todos mis orificios corporales.Dos de ellos sostuvieron mis muslos bien abiertos, mientras el morocho se aprestaba a empalarme por mi concha bien lubricada.Sentí que se deslizaba hacia adelante y comenzaba a cogerme sin ningún tipo de compasión, con toda brusquedad, arrancándome alaridos en cada embestida; aunque no eran muy audibles a través de la ...
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