1. Pibitas de barrio


    Fecha: 06/02/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... que dijo fue: ¡te la vas a comer toda por el culo bebé, y te la voy a sacar llena de tu caquita para que me la mames! Seguido de eso Mily hizo temblar los vidrios de la ventana con sus gritos de piedad, porque el pela se hamacaba sobre ella partiéndole el orto con su pija entrando y saliendo, hurgando en lo más adentro permitido, llenándola de moretones por las nalgadas que le ofrendaba y sacándole todos los peditos que pudiese mientras Beto se pajeaba contra sus tetas. Yo ya tenía a upa a Lola, y estaba a punto de penetrarle la argolla cuando se me hizo pis mientras peteaba a Carriego que hasta la instó a toser gravemente al ahogarla con su lechazo. Yo no le hacía asco a nada. La hice limpiarme las piernas y el pubis con la lengua, chuparme los huevos a la vez que me pedía la mema haciéndose la tonta y que me pajee con sus tetas. Hasta que el Beto ni bien enlechó entera a Mily que seguía sufriendo por la cola pero ya resignada, hicimos que Mily le lama la conchita meada. Enseguida, cuando noté que la leche me saltaba, agarré a Mily del pelo, le metí la verga en la boca y se la rebalsé de mi semen rabioso mientras Beto sostenía a Lola contra mí para que mi lengua y nariz tengan el mismo frenesí que mi sangre al drogarme con su olor a pichí de villerita. De repente el pelado sacó el revólver que suele usar por si las moscas de su pantalón, obligó a las nenas a arrodillarse en el suelo, y a la vez que las apuntaba simulando gatillar les pedía un pete, las dos juntas y ...
    ... comiéndose las bocas. Lola degustó sus huevos como si se tratara del manjar más caro y apetitoso del mundo, y Mily hacía resonar sus pómulos inflados con la sopapa peneana de sus labios en el glande del pelado que pechaba su pubis contra las caras de las nenas, jadeando y diciendo: ¡o me sacan toda la leche o les vuelo la cabeza putitas de mierda, basuritas, villeras del orto; todas ustedes lo único que saben hacer es coger! Yo, el Beto y Carriego sabíamos que el chumbo no tenía balas. Pero las caras de miedo de las pibas y lo crespito de sus pieles más la meada que se echó Mily apenas el pelado le tocó la sien con el fierro nos re calentó. Ni bien el pelado acabó en las gomas de Lola después de que ambas le hicieron una turca envidiable, yo puse la pava para unos mates. Los 4 nos sentamos en ronda a fumar unos habanos, a matear, a conversar de la obra y del River-Boca que se avecinaba, mientras las guachas nos chupaban la pija, solo que ahora estaban en calzones y gateaban eligiendo una o dos vergas para sus boquitas infestadas de leche. Así nos sacaron varios polvitos más, hasta que al cabo de una hora se sentaron a compartir unos mates y unas facturas con nosotros. Al rato el Beto se ofreció a llevarlas a la estación donde Mily dijo que tenían otra changa. Lo hizo luego de vestirla, y de que Carriego y yo le demos una murrita a Lola en el colchón, él por la boquita y yo a esa conchita que apestaba a pis de nenita. Después del cagazo que se llevaron las pendejas con el pelado nos ...