1. Blanco y negro


    Fecha: 14/02/2019, Categorías: Anal Tabú Autor: EddMad, Fuente: xHamster

    Comienzas a andar hacia mí. Andares de gata. Mirada felina. Acción de tigresaMes de Enero, Invierno.Son las diez. Hace rato que ha caído la noche. Acelero la marcha mientras dirijo mis pasos hacia el hotel de costumbre.En cinco minutos he llegado y subo las escaleras que me dirigen hacia la puerta giratoria de la entrada. Tras ella, el inmenso hall con el recepcionista tras el mostrador. Siempre pienso que todo ese lujo sólo le debe hacer sentir como un gorrión en una jaula de oro. Desde la entrada, y a una distancia considerable se encuentran dos escaleras lujosas, iluminadas por una gigantesca lámpara de araña. Las escaleras giran, dejando en medio las cabinas telefónicas. Los ascensores están situados a la izquierda.Estoy nervioso. Por alguna razón, tengo el corazón desbocado y las manos sudorosas. Me acerco al recepcionista y le pregunto si tiene correspondencia. Nada.- Sin embargo, su prima… la señorita Raquel, ha subido. Dijo que le esperaría en la habitación señor.- Muchas gracias. Y buenas noches.Subo al ascensor. El ascensorista, con su perpetua sonrisa me pregunta a qué piso voy. Tercer piso. El ascensor es un agobio. Tiene un pequeño sofá, de terciopelo que debe ser rojo y las paredes están mullidas y tapizadas del mismo material.Claro, no lo he dicho. Desde hace tiempo padezco una rara enfermedad. No es daltonismo, pero hace que para mí el mundo sea en blanco y negro.Al llegar al piso el ascensor hace su sonido habitual y que tanto me irrita. Meneo la cabeza ...
    ... cabizbajo y me despido del ascensorista. Salgo. Las puertas se cierran y yo soy incapaz de dar un paso más. Miro hacia el final del pasillo. Habitación 313. Por el resquicio de la puerta no se ve ninguna luz. Me pongo más nervioso todavía. Alejándome un poco del ascensor dejo la cartera en el suelo, llena de papeles inútiles que harán más ricos a los ricos y más pobres a los pobres. Me quito la gabardina y me aflojo el nudo de la corbata. Dios mío, estoy sudando…Haciendo acopio de fuerzas consigo emprender la marcha hacia la alcoba, donde Raquel me está esperando. Hace más de tres años que no nos vemos. No puedo creer que hoy por fin el tiempo de espera llegue a su fin.Delante de la puerta busco impaciente la maldita tarjeta-llave. Esto es un gran adelanto, ya que así no te hacen cargar con un llavero pesado y además cabe en la billetera. Introduzco la tarjeta-llave y la puerta se abre quedándose entornada haciendo un ruido característico. Supongo que el marco de la misma está en dorado o algún color brillante. Pero desde mi perspectiva, es sólo un tono un poco más brillante que el blanco.¿Nunca os habéis preguntado de qué color sería la ropa de los actores en películas antiguas? Pues yo me hago esa pregunta día tras día, noche tras noche… Vivir en un mundo sin color es como ir a un parque sin niños.Agarro el pomo de la puerta y la abro un poco. La habitación está en penumbra. No hay ninguna luz encendida y la única iluminación proviene de la calle. El resplandor de las farolas ...
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