1. Todo empezó en el seminario


    Fecha: 15/02/2019, Categorías: Sexo en Grupo Bisexuales Autor: Werther el Viej, Fuente: CuentoRelatos

    ... un gritó estentóreo y se corrió gozosamente, con leves espasmos y convulsiones, como si quisiere sacarse de encima a un Julio, que parecía haber llegado también al clímax y estar eyaculando concentradamente. Poco después, Julio se incorporó y se dejó caer de espaldas sobre la cama, junto a mi mujer, que seguía con los ojos entornados y sonriendo. Yo me tendí también sobre la cama al otro lado. -Ha sido fantástico, padre Julio... Doy gracias a Dios de que seas un cura pervertido... ¡Ja, ja, ja...! -ironizó Flora, y se puso a palparme la barriga hasta que encontró mi polla-. ¿Vas a follarme ahora? -me dijo, mientras me la acariciaba. En situaciones parecida, a veces yo cerraba la sesión eyaculando en el coño o en el culo de Flora, con mi cipote pringándose con las leches de quienes acababan de precederme. Pero, en esta ocasión, no me apetecía romper el confortable estado de bienestar que había logrado después del polvo con Julio. Así que no respondí. Me levanté de la cama y fui en busca de la botella de whisky a la sala de estar. Cuando volví, se estaban besando en la boca, con cierta sensualidad. -Creí que hacíamos una pausa -comenté mientras servía los whiskys. -Claro, claro -exclamó Flora. -Sabes, tienes una mujer estupenda -intervino Julio-. Me ha gustado mucho conocerte, Flora... Especialmente en sentido bíblico... -A mí también me ha gustado -respondió ella-. Alfred ya me había contado vuestra historia y te he imaginado a veces en mis fantasías sexuales. Pero la ...
    ... realidad ha sido mil veces mejor. Julio levantó el vaso de whisky histriónicamente. -¡Brindo por eso! -proclamó. Yo le seguí en el brindis y me sentí obligado de confesarle que me alegraba un montón el habernos encontrado después de 15 años. -Como amigo, Julio, te tengo un gran afecto -le revelé-. Pero, la verdad es que... -inventé una sonrisa ambigua- amo a tu culo apasionadamente. Aunque nos reímos con mi comentario, los tres sabíamos que realmente era sincero. -Mi culo... mi culo -balbuceó Julio, pero se calló bruscamente; bebió un trago y nos aclaró:- Alguien de la Curia una vez me dijo que con ese culo, si lo utilizaba bien, pasando por Roma, podía llegar a ser cardenal. -¿De veras? -exclamó Flora-. Desde luego tienes un culo muy guapo -El de tu marido también es muy provocativo... Y me he quedado con las ganas de volver a disfrutarlo, después de quince años. -Lo cual tiene remedio -intervine yo-. O me lo follas ahora o quedamos los tres para cenar otro día. Julio dudo, se acabó el whisky de un trago. -Otro día... -dijo Julio y se quedó sonriendo y forzando unos instantes de silencio-. Otro día... Antes de irse, nos contó que, a veces, participaba en lo que llamaban “reuniones mundanas”, muy discretas, organizadas en ciertas casas de gente selecta y eminente. -¿Cuento con vosotros? -nos propuso. -Claro que sí -asintió Flora-. ¿Verdad, Alfred? Pero la próxima vez me daría morbo que me follases con la sotana puesta... Después de todo un cura desnudo es igual que cualquier tío ...
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