1. Yo y mi hermana


    Fecha: 15/02/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Estábamos de vacaciones en la playa, nuestra casa quedaba en una playa muy larga y desierta. Una mañana caminamos y pasamos junto a un hombre negro enorme, sentí miedo de que nos atacara, pero solo nos miró. En ese entonces yo tenía 16 años y mi hermana 18. Al volver el hombre nos dijo: Con dos nenas como ustedes, podría tirar por hora. Me molesté y le dije: Mira negro marico, yo soy un hombre. El rió y dijo, tus lindas nalgas dicen lo contrario. Mi hermana se acercó a él y le pidió que no fuera grosero, entonces el negro tomó a mi hermana por el brazo y la haló hacia el y le dió un beso largo en la boca. Para mi sorpresa mi hermana se pegó a él. No sabía que hacer, entonces la soltó. Nadia quedó como embelezada mirando al tipo, al cual se le notaba un enorme pene erecto, el le pregunto: Mi diosa, has tirado con un negro? Nadia le contestó que no, entonces él le dijo que tenía que probarlo. Nadia se acercó nuevamente a él coqueteandole y lo besó con deseo. El negro agarró con sus manos las bellas y níveas nalgas de mi hermana y se besaron con lujuria. Nadia se arrodillo ante él, descubrió su pene y lo acarició con su boca. Me acerqué a ver y el hombre me haló y me besó a la fuerza por un rato, a pesar que trataba de oponerme. Al sentir que metía la mano bajo mi traje de baño, traté de gritar y zafarme, pero Nadia lo ayudo a bajar mi traje de baño y me lubricó con su boca, y el hombre introdujo uno de sus dedos en mi ano. Traté de gritar, me dolía y me sentía humillado, pero ...
    ... el continuó varios minutos, hasta que eyaculó en la boca de mi hermana. Nos invitó a ir a su casa y Nadia le dijo que nos esperaban, pero tal vez podíamos vernos en la mañana. Esa tarde estuve muy molesto y me sentía humillado, por lo que me fui a dormir temprano. En la noche, fui despertado por mi hermana, quien entró a mi cuarto y se desnudó completamente, luego empezó a satisfacerme oralmente, y después se montó sobre mi, introdujo mi pene erecto en su vagina, y cabalgó al infinito. Nunca había tenido sexo con nadie, y mi bella hermana parecía una diosa fuera de si, en un frénesí sexual. Al acabar ella también tuvo un orgasmo y me abrazó y besó con deseo. Esa noche Nadia y yo hicimos el amor hasta quedar agotados. Mi hermana estimuló mi ano con su boca y lengua, y me volvió loco de deseo, por lo que la dejé introducir 3 de sus dedos en mi ano. Ella me decía, Mattias, ser cogido por la cola es lo más rico del mundo, no te resistas a lo que tu deseo te pide, eso no es ser gay, tirar con un negro es rendirle tributo a su superioridad sexual. Al encontrarnos con el negro al día siguiente, sentí miedo, pero Nadia me calmó. El hombre nos esperaba totalmente desnudo sobre una toalla inmensa. Al llegar besó a mi hermana y empezó a morbosearsela. La tocaba como quería y por donde quería y mi hermana solo gemía de placer, entonces el negro se montó sobre ella, quien ya había tenido tres orgasmos, y la penetró virilmente. Mi hermana tuvo un cuarto orgasmo al sentirse llena, y dos más ...
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