1. Ahora con mi sobrina Montse (Segunda parte de La pequeña Emily)


    Fecha: 15/02/2019, Categorías: Incesto Autor: arteomx, Fuente: SexoSinTabues

    ... mamá esté con nosotros o quieres que lo hagamos solos? -Que mamá decida. Con la promesa hecha, nos despedimos y ambos nos fuimos a dormir. Al día siguiente regresé a México a trabajar y volví al rancho cuando mis compromisos estaban cumplidos. Ya de regreso en el rancho, lo primero que hice fue ir a buscar a Montse, y en lugar de hallarla a ella, la que apareció fue Emily, que brincó de gusto y me pidió que la llevara a mi cabaña a jugar de nuevo. Como es de suponerse, no me negué y la llevé sabiendo que tendríamos un muy buen rato de placer a solas, sin embargo, en el camino encontré a Montse y se nos unió. Al llegar a la cabaña, nos dedicamos, completamente desnudos, a recorrer nuestro cuerpo con caricias y besos, al mismo tiempo que poníamos al tanto a Emily sobre lo que Montse y yo haríamos, a lo cual no se negó. Sin embargo, quedamos de acuerdo que nadie sabría lo que pasaba entre Emily y yo y sobre lo que haría con Montse supuestamente Emily tampoco sabía nada. A mi hermana Vero le diríamos que Montse había decidido estar conmigo a solas en el momento de hacerlo. Nos pusimos a jugar a los castigos con un blanco para dardos. Quien sacara la puntuación más baja tenía que pagar. Emily fue la primera en perder y Montse le pidió que usando su lengua le diera placer por tres minutos. Emily se colocó entre las piernas de Montse y comenzó a lamer mientras yo me deleitaba con la imagen. Emily estuvo ahí casi por diez minutos en lugar de tres que le correspondían por su castigo, ...
    ... y por ello, al ver que no se retiraba, la coloqué en cuatro con las nalguitas hacia arriba y mientras ella lamía a Montse, yo lamía su culito al mismo tiempo que mis dedos hurgaban en su conchita. Cuando los quejidos de Montse me anunciaron que estaba por llegar al orgasmo, les recordé que había que poner más castigos y cumplirlos. Quien perdió en ésta segunda vez fui yo. Emily fue la encargada de ponerme el castigo y simplemente me empujó para que quedara tendido boca arriba sobre la alfombra y se montó en mi cara queriendo recibir el mismo placer que Montse tuviera antes. Lógicamente, mi lengua con más experiencia la elevó en menos tiempo hacia el cielo del placer. Montse se entretuvo acariciando mis testículos y de vez en cuando metía mi pene en su boca. Dejé que Emily se viniera libremente en un orgasmo que la tumbó de lleno sobre mi cabeza y sentí su vientre caliente sobre mi frente. Sin dejarla reponerse, le hice lanzar el dardo, que simplemente no se clavó en el blanco y su tiro contó cero puntos. Emily perdía de nuevo. Le puse de castigo ponerse de nuevo en cuatro y levantar el trasero para frotar mi pene en su rajita, recorriendo desde el hinchado y sensible clítoris hasta el ano que palpitaba como adivinando el asalto. Empujé en su culito lentamente y cuando comenzaba a dolerle lo saqué y me acomodé para lamer de nuevo. Montse tiró un dardo y para mi sorpresa, se clavó en el centro del blanco. Lancé el mío con toda la intención de perder a propósito. Las dos niñas ...