1. ADRIANITA, BUCEO Y SEXO


    Fecha: 16/02/2019, Categorías: Incesto Autor: LOVERBKS, Fuente: SexoSinTabues

    _Papá, me llevas a la alberca?_ Me dijo mi hijo de cinco años. El calor estaba duro ese verano y era normal que a mi hijo se le antojara esa tarde que lo llevara darse un chapuzón, como muchas otra veces lo habíamos hecho, dado que le estaba enseñando a bucear, es decir, a usar los lentes de buceo y nadar por debajo del agua. Adriana la sobrinita de 12 años de mi esposa que estaba de visita en la casa, escuchó y me dijo: _Tío, no seas malo, invítame. _Claro que si, le respondí, _Vámonos. ¿Traes ropa? _Solo la que llevo puesta, me dijo. ¬_Papá, me llevas a la alberca?_ Me dijo mi hijo de cinco años. El calor estaba duro ese verano y era normal que a mi hijo se le antojara esa tarde que lo llevara darse un chapuzón, como muchas otra veces lo habíamos hecho, dado que le estaba enseñando a bucear, es decir, a usar los lentes de buceo y nadar por debajo del agua. Adriana la sobrinita de 12 años de mi esposa que estaba de visita en la casa, escuchó y me dijo: _Tío, no seas malo, invítame. _Claro que si, le respondí, _Vámonos. ¿Traes ropa? _Solo la que llevo puesta, me dijo. Vestía una blusita de algodón rosita de tirantes, unos shorts rosa oscuro de la misma tela, ceñidos de arriba y voladitos de abajo, como una mini. _Pues así, vámonos, le dije _Pídele prestada una toalla a tu tía_ Y emprendimos el camino. Por ser una tarde entre semana, laborable, el balneario estaba solo, literalmente sólo, de manera que la piscina estaba a nuestra disposición enteramente. Llegando nos dirigimos ...
    ... a los baños a cambiarnos; mi niño se puso su traje de neopreno, que le gusta usar, porque le da flotabilidad, y yo solo me quité los interiores porque suelo rozarme cuando me baño en alberca. Adriana se arregló su cabello y dejó sus huaraches en la bolsa. Nos fuimos de inmediato a la alberca y nos metimos a bañar alegremente; mi hijo se puso sus lentes de buceo e inició su práctica como otras veces, lanzando objetos al fondo de la alberca y buscándolos y luego haciendo inmersiones. Adriana y yo le observábamos, sentados en los escalones de acceso a la piscina mientras platicábamos. Adriana es una niña muy linda; de tez blanca, cabello negro, de mediana estatura, grandecita para su edad. Tiene un rostro muy lindo; unos labios grandes, bien definidos, unos enormes y expresivos ojos negros y una nariz bien perfilada, muy femenina. Es delgada, sin ser muy flaquita, tiene unas muy bien torneadas piernas, producto tal vez de su afición al baile y otras actividades físicas de la escuela, aunque no tiene muchas nalgas. El atributo que si le resalta, son sus para su edad, grandes bubis, que se le empezaron a desarrollar desde los diez años, y que a ella le gusta lucir cada que puede. Platicábamos de todo y de nada. Yo no perdía detalle de sus marcados pezones en su blusa, provocados por lo frio del agua, y de cómo el agua untaba su blusa sobre sus exuberantes pechos, bajo esa linda cara de niña. Después de un rato de observar a mi hijo, le entró la curiosidad de cómo se hacía aquello ...
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