1. Mis jefes no sobreviven a un polvo


    Fecha: 16/02/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... mi vientre me mojaba más todavía. Sus brazos alrededor de mi cuerpo me trataban con más rudeza. Me tomaba un poco agresivamente, apretaba mis pezones; me daba mordiscos en el labio inferior, el cuello, las tetas. Sus dedos escarbaban el interior de mi vagina y pellizcaban mis nalgas desnudas.Sentí que me había convertido en un objeto de deseo… su objeto.Me tiró a la cama y se abalanzó entre mis piernas, luego de abrírmelas con mucha rudeza. Me comió la boca y descansó su cuerpo sobre el mío. Pesaba bastante; me cortaba la respiración. La punta de su verga estaba a punto de abrirse paso entre mi labia dilatada, pero nada.El tipo parecía gozar haciéndome esperar y desear su pija.“Por favor, necesito que me cojas…” Le supliqué, sin poder esperar más.Sentí como entraba la punta. Yo estaba lo suficientemente húmeda y aún así me dolió un poco. Pero quise más y entonces se lo pedí: “Toda…”De un solo empujón, Elías me penetró por completo.Entonces grité, aullé, gruñí y lo miré a los ojos…“Te hice daño…?”“Me hiciste tu puta…” Le respondí sonriendo suavemente.Apenas terminé de decir eso, me embistió con intensidad; lo sentí bien adentro. Arqueé la espalda como si me faltara el aire; me sentía llena…Rodeé su cintura con mis largas piernas y le dije que hiciera conmigo lo que quisiera. Aceleró el ritmo y me perdí, comenzando a gemir su nombre, lo mucho que me gustaba cómo me cogía y gemí para pedirle más…Me dio unas cuantas embestidas violentas y de repente se detuvo.Se salió de mi ...
    ... concha y me hizo girar, para hacerme poner en cuatro.Recargada sobre mis codos sentí que me abría las nalgas para empezar a chuparme; su lengua iba de mi labia a mi estrecha entrada anal. Apoyó un dedo sobre mi ano y muy despacio comenzó a presionar…Ese día no estaba de humor para el sexo anal.“No, por favor…” Le dije, mientras intentaba levantarme.“Quieta, nena…” Respondió, impidiéndome que lo hiciera.“Dejame que te la meta por la cola… te va a gustar, putita…”Sentí su verga en mi culo pero se resbaló. Me masturbó rozando mi clítoris, mientras lo intentaba una vez más. Sentí cómo me abría; entró poco a poco la punta y se detuvo. Un ardor intenso me recorría, pero entonces me entregué y cerré los ojos para recibir más de él.Su glande era demasiado grueso y me mordí los labios para no gritar de dolor, que era muy intenso, casi insoportable…Derramé un par de lágrimas cuando por fin me sentí totalmente enculada.“Me hiciste sufrir, turro… me estás lastimando” Le dije lloriqueando.“Enseguida ya te va a pasar. Voy a darle a tu culo lo que necesita…”Me aferró por la cintura y empezó a moverse lentamente.Recorrió mi cuerpo con sus suaves manos y después empezó a bombear mi ano muy despacio. Dirigí mi mano a mis labios vaginales y comencé a hacerme una paja, sintiendo que el dolor menguaba e iba apareciendo la sensación de placer que tanto buscaba mi cuerpo…Elías continuaba bombeándome el culo, cada vez con más ímpetu. Justo cuando yo sentía la cercanía de un orgasmo, él apretó mis nalgas ...