1. Belzeba I. Mi nombre es legión


    Fecha: 18/02/2019, Categorías: BDSM Fantasías Eróticas Autor: Lib99, Fuente: CuentoRelatos

    ... puede evitar pensar que mira al ser más terriblemente hermoso que jamás ha visto. Una palpitación se enciende entre sus piernas, descubriendo azorada que su vagina se humedece con rapidez. –¡Oh, Dios mío! –Es lo único que acierta a decir. –No precisamente –replica divertido el Gran Tentador–. Y no te canses invocándole. Si estás aquí es porque Él te ha condenado. Alouqua, que no había soltado la cabellera de la mujer, empuja su cabeza hacia delante, hasta que sus labios casi rozan el estriado y brillante glande del Diablo. Sor Suplicio intenta resistirse, pero la diablesa agarra su mentón con una mano de largos dedos y uñas como garras, y le fuerza a abrir la boca. –¡Vamos! –Le ordena– Preséntale tus respetos a tu amo y señor. Incapaz de resistir la sobrehumana fuerza de su guardiana, la religiosa posa sus labios sobre la piel del miembro y lo introduce en su boca. Su tacto gélido y a la vez viscoso le produce una fuerte repulsión, pero al mismo tiempo experimenta un indescriptible sentimiento de obscena atracción, como si aquella sobrenatural polla emitiera una incontenible energía, una fuerza gravitatoria que le conminara a devorarla. El roce de los labios propicia el comienzo de la erección, de modo que su lengua puede deslizarse por el fuste parcialmente rígido, explorando las protuberancias venosas hasta alcanzar la rugosidad del frenillo, el cual se tensa entre los pliegues del glande. Lame con glotonería el rosado capullo y desliza el anillo de carne que forman sus ...
    ... labios por toda la superficie de la verga, enhiesta ya en toda su gloriosa extensión. –Mira cómo le gusta a esta pequeña zorra –dice Baalzephon–. Se nota que tiene experiencia en comer pollas. Esto es lo que te gustaba hacerle a tus huerfanitos, ¿eh cerda? Chuparles bien el nabo, ¿verdad? Pues aquí te vas a hartar. Vas a tragar picha hasta que se te desencaje la mandíbula. Alouqua, por su parte, desliza entre risas su mano hasta las nalgas de la mujer, introduciéndola en la raja. Comienza a estimular el ano, que con rapidez dilata permitiendo la entrada del dedo índice de la diablesa, quien empuja hasta hacerlo desaparecer dentro del palpitante cráter. Detrás de él introduce los otros dedos, logrando meter su mano entera en el esfínter. –Mira Baalzephon, esta puta está deseando algo grande y poderoso que tape su agujero. ¿Por qué no la complaces? El demonio se aproxima al trasero de la monja, completamente abierto a las caricias de su compañera, enarbolando su polla enorme, semierecta y labrada con el bajorrelieve de sus venas. Alouqua extrae su mano, agarra el miembro y lo masturba hasta lograr una erección plena. –Querida –dice el demonio–, será un placer para mí mostrarle a esta puerca el talento que me ha otorgado mi título en las Fosas del Castigo: el Empalador. Guiado por su compañera, aquel desproporcionado ariete de carne y sangre –o sus equivalentes infernales– sitúa su hinchada cabeza contra el anillo de la religiosa, cuya dilatación no es suficiente para albergar el ...
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