1. Secuestrados


    Fecha: 20/02/2019, Categorías: Incesto Control Mental, Autor: Crusnik, Fuente: CuentoRelatos

    ... con su cuerpo sobre el mío permanecemos callados. Luego de unos minutos un hombre se acerca a mi hijo y le inyecta algo. Al cabo de 10 minutos su mirada cambia. Se ve más agresivo y me mira con lujuria. Su erección es mayor que hace un momento. Luego me inyectan algo a mí. Trato de cubrir mi cuerpo de la mirada lasciva de mi hijo. —Yo: Hijo. No me mires así. Recuerda que soy tu madre. —Iván: ¡Calla mamá!, hace 18 años me tuviste en tus entrañas, ahora me tendrás nuevamente dentro y seguro que esta vez te gustará más. ¡Te la voy a meter hasta dentro por puta! Apretó con fuerza y me taladró, no pude resistir los embistes de su polla contra mi coño, follaba como un toro de lidia, no se cansaba de follar y follar, sus embistes eran cada vez más fuertes. —Yo: ¡Siiiííí, follame, soy tu puta! Gritaba como una puta barata, con los ojos casi cerrados y la lengua fuera, babeando de gusto, totalmente cachonda, con el coño en remojo y el pene de mi hijo entrando y saliendo de mi rajita. Estaba tan cachonda que no reconocí las palabras que salieron de mi boca: —Yo: ¡Por el culo hijo!, ¡ahora, métemela por el culo, quiero sentir esa gran polla tuya en todo el culo por favor! Arqueé mi espalda en un ángulo de 90° y mostraba mi culo virgen. Abriendo mi hoyo enseñando las nalgas. —¡Muy bien, mamá, como tú quieras ¡POR EL CULO! Mi hijo me puso sobre la cama nuevamente a cuatro patas, después de lamerme el culo con increíble pericia, luego clavó su polla en mi apretado agujero. —Yo: Eso es ...
    ... cariño, dame tu polla, la quiero bien adentro, toda dentro, destrózame el culo. Me tenía en cuatro. Me cogía del cabello y me lo halaga. El placer era intenso. Gritaba como una loca mientras la polla de mi hijo me perforaba el culo sin clemencia para con su madre. Abriendo mucho los ojos, la boca y exhalando unos aullidos de placer brutales. Mi niño, por su parte, sacó la polla del agujero mi culo y con increíble fiereza, me dio la vuelta de nuevo hasta ponerme de rodillas, aplastada, frente a él. —Yo: ¡ay cariño!, ¡ayyy!… ¡que gusto!… ¡que gustazo!… ¡ay cariño!… ¡me voy a correr!, ¡me corro!, ¡mami se corre!, ¡AHHH! ¡AHHHH!… Mi cuerpo empezó a temblar como un flan y tuve un orgasmo largo y muy intenso. Mi coño echaba una gran cantidad de flujo, que mojé hasta sus cojones. Poco a poco empecé a relajarme y a respirar más tranquilamente. Pero él no había terminado aún, sin sacarla poco a poco empezó de nuevo a bombear en mi concha. Amasando mis tetas. Agarró mis piernas y las subió hasta ponérmelas en los hombros, haciendo así que las penetraciones fueran más profundas. Al rato la sacó de pronto y gritó: —Iván: ¡Abre la boca, puta, que voy a darte de beber! Obedecí sin rechistar y un segundo después, mi hijo me metió la polla en la boca hasta el fondo. Era la primera vez que mamaba una polla. Me tragué aquel tronco hasta donde pude, entonces mi hijo empezó a follarme la boca, metiéndome y sacándome la polla de la boca una y otra vez. No tardé en sentir como un imparable torrente de ...
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