1. Darex y Berta


    Fecha: 24/10/2017, Categorías: Intercambios Autor: murgis, Fuente: CuentoRelatos

    ... como somos. Le dije que sí que también me la había chupado a mi Berta ya, estoy deseando que me la meta el alemán. Subimos a cubierta con los otros mientras yo me duchaba para bajar la erección que me había producido lo cachondo que estaba. Volvimos a puerto. Subimos al apartamento donde ya estaba preparada una comida fría a base de aperitivos, regada toda ella con champán francés de marca cara que, frío como estaba entraba sin sentir. Bebimos unas cuantas botellas. Berta, diciendo de nuevo que en casa ella se encontraba más cómoda desnuda, se quitó la braga del bikini y se quedó sin nada encima excepto las zapatillas. Pusieron en el tocadiscos varios discos de música alemana a base de violines y baladas que sonaba tenue amenizando la comida. Bajamos las persianas y en una agradable penumbra comenzamos a comer entre bromas que, conforme el champán iba haciendo efecto eran cada vez más subidas de tono y con más intención. El sexo ya flotaba en el ambiente, Derex no se cortaba en decirle a Amalia y comentar lo que le excitaban sus pechos y cada parte de su cuerpo. Berta contó lo que yo le había dicho cuando nos bañamos sobre que su coño con el agua del mar estaría salado y que ella me había provocado preguntándome que si me gustaría probarlo. Yo la llamé chivata. Así con dichos más o menos calenturientos acabó la comida. Como la música seguía sonando, Derex dijo que le gustaría bailar con Amalia. La enlazó por la cintura, el en bañador y ella con la parte de abajo del bikini. ...
    ... Rodeó el cuello de el con sus brazos, sus tetas desnudas se aplastó con el pecho de él y balanceándose al compás de la música se fueron hacía el fondo del salón donde la penumbra era más intensa. Mientras Berta recogía algunas cosas que debían guardarse en el frigo, me senté en un sillón y con los ojos entornados miraba, unas veces el cuerpo desnudo y deseable de Berta y, otras, a la pareja que bailaba, tan juntos que en la semioscuridad parecía uno solo. Las manos de él recorrían, acariciando, los brazos y la espalda desnuda de ella, bajaban hasta el coño dándole en la pipa a Amalia y esta a su vez le tenía cogida la polla. Contemplar aquello y sobre todo pensar en lo que estaban sintiendo me produjo un calentamiento y una erección bestial que el bañador delataba. Berta acabó enseguida, vino hacia mí y, sin decir palabra, alargó su mano invitándome a levantarme. Lo hice; abracé su cuerpo completamente desnudo y bailamos lentamente, muy lentamente. Sentía su coño pegado a mi polla, solo separados por mi bañador y, esto junto a la excitación tan grande que ya sentía por contemplar a la otra pareja, elevó mi calentura a unos extremos que me dolía la polla me dolía y pensé que iba a reventar de la dureza que tenía. Berta que sentía mi polla dura pegada contra su coño, lo ardiente que yo estaba y que mis manos sobaban todo su cuerpo, fue poniéndose más y más cachonda y un leve temblor la recorría toda. Metía sus piernas entre las mías y sus manos también empezaron a recorrer mi ...
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