1. Mi amigo Jan me sorprendió gratamente


    Fecha: 03/03/2019, Categorías: Intercambios Sexo Oral Autor: fernandete, Fuente: CuentoRelatos

    Un saludo cordial a todos los fanáticos de este sitio, en especial a los que leen y comentan mis relatos. A continuación, les narraré cuando conocí a un holandés y las sorpresas que me llevé. Me describo para ustedes: soy una mujer morena clara, linda, ojos cafés y cabello largo color negro hasta media espalda, de complexión delgada, pero con un trasero firme y redondeado. ************************ Hace muchos años, en mi época de soltera cuando yo tenía 26 conocí en una tienda de discos a un chico holandés llamado Jan. Era un tipo joven de 20 años, muy alto, esbelto, manos grandes, ojos azules, y cabello rizado, muy lindo el nene además de simpático. Salimos un par de ocasiones a tomar café y cosas así hasta que un día me invitó al hotel donde se hospedaba. Cuando llegamos a su habitación Jan me mostró todo lo que había ahí, era un cuarto amplio y bonito, de esos que tienen una puerta que comunica con la habitación de al lado, donde por cierto me dijo que se hospedaba un compañero suyo también holandés de nombre Peter. Me pidió unos minutos para tomarse una ducha rápida, como yo me encontraba algo impaciente me puse a hurgar una de las mesitas de noche y entre sus cosas personales encontré 2 condones que decían “Large” (largo en inglés). Comencé a ponerme nerviosa y sentí algo de miedo. No le había vista la verga aún, pero estaba intrigada si correspondería o no a las dimensiones marcadas en el envoltorio del preservativo, me excité enseguida. Cuando vi salir a Jan del ...
    ... baño traté de disimular mis nervios mientras él se acercaba a la cama. Nos fundimos en besos y comenzó a quitarme la ropa suavemente, con mucha delicadeza y paciencia. Yo quería que fuera todo rápido, ansiaba por verle la pija. Cuando terminó de desnudarme me le abalancé encima para quitarle la toalla y efectivamente su tamaño superaba los 20 centímetros de larga, con muchas venas resaltadas, blanca y muy gorda, obvio que un condón común no podría resistir una polla como la de él. Yo moría por chuparla y pasarme mucho tiempo comiendo esa verga, pero Jan fue directo a ponerse la goma y enseguida a metérmela. Me la ensartó como desesperado (como si tuviera años sin follar) y comenzó a embestirme con furia y velocidad. Por supuesto que al principio me dolió tener su polla dentro. Muy apenas me estaba acostumbrando a sus dimensiones cuando Jan se corrió brutalmente, no aguantó ni 5 minutos. Me quedé ahí recostada, molesta y desilusionada, claro, qué se podía esperar de un chico de 20 años. En vista de lo ocurrido, preferí acomodarme a dormir, pero Jan seguía metiéndome mano por todos lados. De pronto escuché que alguien entró a la habitación, ¡era su compañero Peter! También era guapo, alto, un poco más fornido que Jan, cabello rubio largo y lacio, de ojos verdes. Peter llevaba puesta solamente ropa interior tipo bóxer y una playera de tirantes, lucía unos tatuajes en sus brazos. Se saludaron entre ellos, Peter se acercó a nosotros, se sentó sobre la cama y sin más fue directo a ...
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