1. Bilbao


    Fecha: 24/10/2017, Categorías: Infidelidad Autor: murgis, Fuente: RelatosEróticos

    Le dije a mi esposo que quería ser manoseada en publico pero que él estuviera presente; además quería llamar la atención más que en otras ocasiones. Entonces decidí vestirme de colegiala; una blusa blanca sin sostén, un chaleco de color azul marino, una falda corta de color gris y cuadros azules, unas pantimedias satinadas y sin bragas, unos zapatos de tacón alto. Durante el transcurso de ida no hubo mucha gente en el transporte urbano, pero aún así, había mucha gente tanto hombres como mujeres que se daban la vuelta a verme, eso me gustó mucho. De vuelta al hotel empezó la acción. Hicimos un trato,que nos subiriamos al bús juntos, pero nos separamos como si fuéramos unos extraños; eso haría más interesante y más excitante nuestro juego. Así es que la vuelta fue casi como a las 7 de la noche, aunque todavía no oscurecía, pero es cuando mucha gente sale del trabajo y teníamos que aprovechar la cantidad de gente que sube en ese transporte urbano. Efectivamente, cuando subimos al bus ya venía lleno, así es que una vez que pago cada quién su billete nos dirigimos al final del bús, había un espacio en donde faltaban 4 asientos, entonces decidimos quedarnos ahí, él muy cerca de mi. Mientras caminábamos hacia el final; como siempre pasa, hubo quien anteponía su mano o su cuerpo en mi camino y siempre había alguna mano que acariciaba por encima de mi falda ya sea mis nalgas o hasta mi vientre, y por supuesto que yo no decía nada, sino al contrario, más me acercaba a esas manos. De ...
    ... hecho ese era nuestra idea de juego erótico, pero algo paso que nos cambió totalmente nuestra idea y por supuesto, nuestros deseos. Cuando llegamos al final del bús y que pensábamos que todo había llegado a su final, subió tanta gente que tuvieron que hacer una parada como de 10 minutos. Subieron, dentro de tanta gente como 7 muchachos (todos jóvenes, quizás entre 20 y 30 años de edad) que aparentemente eran promotores de una compañía de teléfonos móviles. Al verme parada y echada en el ventanal, se arremolinaron hacia mí, dejando de lado y fuera del círculo que hicieron a mi esposo. Algo se incendió dentro de mí que inconscientemente también permití que Juan mi marido, no interviniera en aquél círculo de excitación. De inmediato y sin pensar mucho, comenzaron a hacer mucho cachondeo entre ellos, pero siempre procurando llamar mi atención. Hablaban y decían muchas cosas en broma; y por supuesto, siempre terminaba yo sonriendo levemente o hasta un poco fuerte de sus bromas. Eso sí, aprovechaban cualquier momento de frenado o aceleración del bús para acercarse demasiado a mi, si no era su cuerpo de forma completa, sí por lo menos sus manos; y todos la hacían muy bien, hubo incluso momentos en los que acercaban tanto sus manos hacia mí que, posaban su manos de forma abierta y completa sobre mis nalgas. Fue hasta ese momento algo realmente excitante y caliente para mí. De pronto uno de ellos que estaba casi a mis espaldas puso su mano en una de mis nalgas y me la comenzó a apretar ...
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