1. Sexo oral en la bodega de un Chedraui


    Fecha: 05/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dogma, Fuente: RelatosEróticos

    Era una tarde de trabajo como cualquier otra en el piso de ventas de la tienda. Me dirigí apresurado al área de servicio al cliente por la llamada de un cliente, cuando vi que de la tienda salía una mujer un gordita, que vestía una blusa negra con un entallado pantalón blanco con líneas negras que remarcaban su hermoso y enorme trasero, que espectáculo tan hipnotizante era ver ese bello trasero contoneándose de un lado a otro al ritmo de ese caminar que por lo menos a mí me atrapo… era tan la atención que puse aquel hermoso trasero que conseguí ver la silueta de una diminuta tanga negra que remataba tan alucinante experiencia, y que dispararía de repente mi sorpresa… repentinamente la mujer volteo y era ella. Laura, aquella compañera que acababa de entrar a trabajar apenas hace un par de meses. Es imagen y la idea de tan hermoso trasero me traían vuelto loco con el paso de los días. En alguna ocasión y por casualidad nos tocó velar en la tienda a ambos junto con un gran grupo de compañeros que haciendo labor de reacomodo de tienda tuvimos que trabajar por la noche. Y fue para mí una gran sorpresa caminar de regreso a la entrada de personal por material de trabajo cuando la vi entrar, ella caminaba sola, e inmediatamente mire en todas direcciones para ver que no hubiera nadie cerca, me aproxime a ella de forma muy rápida y fingiendo prisa a saludarla, y justo cuando ella se acercó para saludarme con el tan habitual beso en la mejilla gire ligeramente mi cara para poder rosar ...
    ... con mis labios el extremo derecho de su boca… pensando que si ella me reclamaba podría decirle que fue un error de cálculo y que las prisas me habían hecho accidentalmente rosar su boca. Seguí caminando apresurado después de tan repentino encontronazo, pero pude ver de reojo su cara de sorpresa y a ella quedándose inmóvil justo en el lugar en el que nos habíamos encontrado. Transcurrió la noche y a eso de las 3 o 4 de la mañana justo a la hora de la comida se sentó junto a mí en el área de fuente de sodas, que era la zona autorizada para que todos comiéramos, y dijo –Me puedes dar más ganchos me hacen falta para la exhibición. Esto fue porque el activo fijo , se guardaba en la bodega de los muebles, lo que hacía estrictamente necesario que yo tuviera que abrirle la bodega para que ella buscara su material. Yo respondí desinteresadamente –Claro no hay ningún problema si quieres en cuanto terminemos de comer vamos a buscar lo que necesites y te ayudo a sacarlo. Ella respondió –Si gracias. Para cuando estábamos en el almacén mientras ella estaba buscando su material yo fingí demencia y me fui al fondo de la bodega detrás de los muebles con el pretexto de verla desde lejos como iba y venia por la bodega ya que me había encantado su trasero. Mientras me deleitaba mirándola a lo lejos ella se detuvo y volteo tomándome por sorpresa mirándola. Se ruborizo un poco se detuvo, y se dirigió a donde estaba yo mirándola, detrás de los muebles. Ya de pie frente a mí me pregunto si lo del ...
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