1. Dos chicos fueron mi pesadilla la noche del 3 junio


    Fecha: 06/03/2019, Categorías: Confesiones No Consentido Autor: Lery, Fuente: CuentoRelatos

    ... de dentro de su pantalón poniendo sobre mi boca, la cual mantuve cerrada; hasta que me empezó a pegar en la cara e insultarme y con sus manos intentar abrirla. Al abrirla empujó su miembro en el interior de mi boca de forma brusca y violenta, mientras su compañero desgarraba la poca ropa que tapaba mi cuerpo, me abrió las piernas y recuerdo que dijo "tranquila, que te va a gustar". Acto seguido, comenzó a comer mi vulva de forma muy rápida y excitante, sin embargo; yo seguía llorando. El que tenía su pene dentro de mi boca, me la introducía hasta la garganta, haciendo que incluso en varias ocasiones no pudiera respirar. Me atragantaba con su enorme pene y cuando la sacaba para volver a meterla otra vez de forma violenta, era cuando yo tenía un pequeño momento para poder respirar un poco más y toser. Al mismo instante en el que su compañero me comía el coño de manera insaciable como sí aquella experiencia le estuviera encantando, miraba mi cara de terror y disfrutaba. Fue él quien me dijo que levantará y me pusiera a cuatro patas, recuerdo que fue ahí cuando me dijo que en ese momento empezaba la fiesta. Me metió el pene con violencia hasta el fondo de mi vagina de forma muy forzosa, nunca había sentido un dolor ...
    ... tan grande. Hice un intento de gritar en ese momento, pero fue inútil; la polla del otro chico estaba hasta mi garganta taponando también con una de sus manos mi nariz. Siguió así una y otra vez, metiendo y sacándola con fuerza, hasta que de forma inesperada la introdujo en mi culo. El otro chico se acercó se puse debajo de mí, forzándome a tener una doble penetración con ellos, fue doloroso pero intenté no gritar cada vez que los chicos se movían de forma tan brusca dentro de mí. Cuando se cansaron de la doble penetración, me hicieron sentarme en el suelo esta vez y mirarles, mientras me agarraban del pelo obligándome a hacer una felación a ambos, terminando los dos en mi boca. Cuando se fueron, yo me quedé allí sentada unos minutos pensando que había pasado y que debía hacer ahora. No tenía ni idea. Intenté taparme con mi chaqueta vaquera y lo poco que me quedaba de mi vestido, el cual ya no era negro, si no que ahora tenía manchas blancas por toda la tela. Conseguí volver a casa y al llegar me duche una y otra vez. No consigo recordar la cara de los chicos de ayer tal vez por los nervios o por el alcohol, no lo sé; pero a pesar del dolor físico que aún siento en mi cuerpo; fue la mejor noche de sexo de mi vida. 
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