1. Móviles -8 y final


    Fecha: 05/09/2017, Categorías: Dominación Autor: perrofiel, Fuente: CuentoRelatos

    ... ahora es así como me veo, sin ninguna utilidad, por lo que temo ser arrinconado por ese trueque incluso a alguien que no me de ninguna importancia. Trueque. Como sumiso, se que la importancia en cuanto a mi se refiere es muy relativa. No es a mi a quien le corresponde otorgarla o quitarla, no debo tener ese privilegio. Y sin embargo, perder incluso esa imposibilidad de decidirla me inquieta. Me da pánico no tener nada que dar ni que ofrecer. Trueque. A alguien que temo me deje en el rincón del olvido, que me haga perder ésta condición de sumiso. En realidad, si no es con Usted, vale más la pena que sea así. Sé que aceptaré lo que Usted decida. Trueque. Sea a quien sea, ojalá que sea eso lo que pase. Aunque también sé que cada vez que oiga o lea Su nombre, AMATISTA, me invadirá la añoranza, ni siquiera me compensará pensar que una vez fui aspirante a pertenecerle, a complacerla y ser digno de esforzarme por complacerla. Trueque. Quizás a partir de ese momento ni si quiera tendré la oportunidad, el privilegio de oir Su nombre, ni de leerlo, encontrando consuelo en la palabra idéntica aunque sin ningún valor ya para mi: "AMATISTA". Trueque. En realidad, ninguna de las formas de no pertenecerle no me consuela. Ninguna. Aunque trueque es la que más me entristece. Una vez más no es a mi quien corresponde decidir la condición ni el cómo. Si es eso lo que desea Usted, mi Ama, lo aceptaré. Como cambio, como regalo. Regalo. Al menos así, presiento que pueda ser a alguien a quien ...
    ... Usted aprecie o quiera. Porque los regalos se hacen a las personas que queremos, apreciamos o significan algo. Trueque. Intento quitármelo de la cabeza. Avanzada la noche, en la cama, desnudo, con la pulsera puesta en los huevecillos, la cam conectada (creo que como debo tenerla), intento conciliar el sueño. No lo consigo. Respiro hondo añorando anticipadamente cuanto creo que voy a perder. Miro el móvil una vez más por si hay algún mensaje de Usted. Cuando lo estoy dejando de nuevo en el lugar ideal para que se vea la cama, entra uno que me altera los latidos, que casi me desvanece. No me atrevo a abrirlo, temo lo que pueda poner. Pero tengo que hacerlo y asumir de una vez lo que decida, aunque no me vea con fuerzas para hacerlo. -Apaga la cam, flor -me es evidente la decisión que ha tomado. Desconectarla es un más. -Bien -ya está apagada -. No digas nada -espero unos segundos el próximo mensaje -. Tienes un correo que te he enviado hace rato. Leelo con interés. Y no digas nada. Después de leerlo, te durmes. O inténtalo. Pero no digas nada. Abro el correo en el mismo móvil. No tengo ánimos para hacerlo en el ordenador. “Flor, esto que vas a leer es el punto y final. Quiero que lo entiendas todo bien y que valores lo que ha pasado hoy. He pasado días preparando cada momento que has vivido. He tenido a los otros sumisos preparados para actuar en cualquier momento. Solo necesitaba que salieses de la oficina como tantan veces y que no estuvieses preparado para lo que se te venía ...