1. Disfrutando a mi amiga cristiana


    Fecha: 25/10/2017, Categorías: Hetero Autor: Juan Pablo Cast, Fuente: CuentoRelatos

    Saludos amigos, mi nombre es Iván, Colombiano, actualmente tengo 27 años y soy abogado; físicamente soy alto, mido 1 87 cm, rubio de ojos claros y cuerpo atlético. No me puedo quejar de experiencias con mujeres puesto que he tenido la fortuna de intimar sexualmente con mujeres de muchas formas (delgadas, gorditas, morenas, jóvenes, mayorcitas) y pensamientos (tímidas, extrovertidas, etc.) pero hoy les quiero contar una experiencia que tuve de lo más morbosa con una amiga que era cristiana. Juliana* y yo nos habíamos conocido en la universidad y desde el primer día me llamó la atención su figura física; alta, voluptuosa, un color canela como piel y su cabello negro azabache se mostraba muy sensual pues era largo y le llegaba hasta el final de su espalda y el comienzo de su cola; unos senos grandes y redonditos y lo que más me llamaba la atención eran sus piernas, gruesas y torneadas, exageradamente hermosas y ni qué decir de su rostro del cual lo más hermoso eran sus labios gruesos y rojizos que le harían imaginar morbosidades hasta al más puritano. Hicimos amistad a partir de ver algunas materias en común, y al conocerla fue sabiendo que tenía 18 años, soltera, era la menor de tres hermanos y sus papás eran cristianos y los acompañaba a la iglesia todos los domingos, por lo cual fui concluyendo que no era ese tipo de chica que se la pasa todos los fines de semana de fiesta y era más bien recatada y de casa. La verdad yo tenía unos deseos enormes de llevarla a mi aparta ...
    ... estudio y hacerla mía, besarla hasta lo más profundo de su cuerpo y mostrarle el cielo con mis besos y embestidas, pero no podría ser tan directo, y me mostraba como el “amigo”. Así que después de algunas charlas y reuniones de estudio , sentí que ella ya confiaba en mí, y un viernes después de salir de un parcial que tuvimos juntos, la invité a mi aparta estudio, vivía solo y muy cerca de la universidad. Al principio se mostró recelosa pero terminó accediendo y en menos de un instante estábamos ahí. El lugar estaba ordenado (debo decir que lo soy, modestia aparte jajaja) y la invite a que se sentara en un sofá-cama que tenía en la confortable sala, mientras saqué de la nevera una botella ya empezada de tequila que tenía y le ofrecí. Al principio no quiso pero a la segunda me aceptó, pidiéndome un poco de limón y sal. Nos sentamos en el sofá y empezamos a hablar como siempre. Mientras ella hablaba del parcial, yo no podía dejar de mirar su cuerpo; estaba vestida con una blusa de color azul con cuello que mostraba un escote discreto pero hermoso, pero lo mejor de todo eran su leggins negros, los cuales le quedaban apretados y se le pegaban tanto a la piel que cuando ella se sentaba se le marcaban muy rico las piernas y la rayita de la cola. Esa imagen me tenía extasiado… Cuando nos acabamos la botella, ella ya estaba algo prendida y yo me sentía algo caliente; en muchas ocasiones colocaba un sobre mi bulto para que ella no se diera cuenta de mi erección, incluso cuando me ponía de ...
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