1. Gangbang de regalo


    Fecha: 12/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: murgis, Fuente: CuentoRelatos

    ... la visión de mis muslos abriéndose para ellos. Un par de manos acariciaban mis piernas desde los pies hasta las ingles por encima de las medias. En ese momento no podía contar las personas que había, por las voces y las manos suponía que unas 6. Me encantaba esa sensación, entregada para ellos, tocada por todos, lamida por todos. Algunos empezaban a llevar mis manos hacia sus pollas por encima de los pantalones. Empezaba a excitarme muchísimo, aquello fue mi fantasía durante mucho tiempo y no podía creerme que estuviera pasando. Aunque no pudiera verlo, podía sentirlo todo. Mis sentidos estaban muy sensibles, cualquier roce o susurro lo sentía muy intenso. Los hombres que estaban a mí alrededor se fueron animando y perdiendo la vergüenza, abrieron sus pantalones y sacaron sus pollas duras y tiesas, rozando con ellos mi cuerpo. Alguno cogía mi mano y la llevaba a su polla para que les masturbara. Chicos, recordar, nadie se corre fuera todos en su coño o culo les dije. La voz de Juan me estremeció, saber que estaba ahí, mirando como varios hombres me tocaban y usaban me excitaba mucho. Unas manos que no reconocí me voltearon dejándome a cuatro patas mientras varias más acariciaban mi cuerpo note como alguien se colocaba detrás de mí entre mis piernas. Notaba su polla dura apretando en la entrada de mi coño, abriendo mis labios y metiéndomela despacio, abriendo mi coño poco a poco hasta que estuvo por completo dentro de mí. Supe que era Juan, no dejaría que ningún otro me ...
    ... follase antes que él porque luego le entraría holguera. Note que colocaban algo debajo de mi pecho, suave y blando. Supuse que eran cojines. Así pude dejar mis manos libres para masturbar a dos hombres mientras un tercero se colocaba frente a mí para meter su polla en mi boca. Sensaciones increíbles, mientras Juan me la metía con suavidad me esforzaba por lamer y chupar bien la polla que tenía en mi boca y masturbar a los dos hombres que tenía a mis lados. Se iban cambiando, las pollas que pasaron por mi cada vez eran diferentes, más gruesas o finas y de diferentes longitudes. El tiempo pasaba muy deprisa, demasiado. Algunas veces el chico tenía que retirarse para no correrse todavía. No pude evitarlo y un orgasmo atravesó todo mi cuerpo pero no pude chillar ya que mi boca seguía ocupada. Pero mi marido lo noto, ya que en lugar de aminorar el ritmo, lo aumentó para alargar mi placer. Cuando termine de correrme paro y se acercó a mi oreja, me mordió el cuello suavemente para que supiera que estaba ahí. Lo estás haciendo muy bien Amelia, mi putita. Ahora llega el gran final así que cómeme la polla como solo tú sabes. Me tumbaron boca arriba y Juan metió su polla en mi boca. Me esforcé aún más que de costumbre en darle placer. Tenía que agradecerle el regalo que me había hecho mi marido. Abrí bien la boca para que pudiera metérmela hasta el fondo y cada vez que salía mi lengua le acariciaba el capullo hasta que note el primer chorro de leche cayendo en mi boca. Lo aguante ahí y cuando ...