1. Mi papi me folló por el culito (2ª parte)


    Fecha: 15/03/2019, Categorías: Incesto Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    ... oídos pero no pude. Los crujidos fueron incrementándose al máximo y oí a los dos gemir como locos. Al poco rato, se detuvieron y todo quedó en silencio. Me senté en el suelo del pasillo, llorando como una tonta. Mi padre lo había hecho con otra mujer. No era mi madre, y tampoco era yo. Me molestaba mas que no lo hubiera hecho conmigo, que también le estuviera poniendo los cuernos a mi madre. Al poco se abrió la puerta y salió la mujer del bañador azul oscuro, con el pareo puesto. Oí como se despedían. Al bajar en el ascensor la mujer, llamé a la puerta y abrió el. Ya no sé si era mi papi. -Hola Sofía, me dijo él. -¿Que has hecho? le dije llorando. Le golpeé en el pecho. ¡Te has follado a esa mujer! ¡La has preferido a ella antes que a mí! -¿Que dices, mi niña? Encima me llamaba mi niña. No podía parar de llorar. -Te deje que te fueras con Carlos. Me dijo. Entonces no te importó follar con él. ¿No? Ahora, ¿porque te pones así? Tenía razón. El me permitió follar con otros chicos. ¿Porque tenía celos? En el fondo, ¿estaba enamorada de mi padre? -Necesitaba follar con una mujer parecida a tu madre. Pensaba que no te importaba. Tenía necesidad de sexo, Sofía, no te enfades. -¿Y no te bastaba yo, papi? -Pues, ¿sabes qué? a veces un hombre de mi edad, necesita el contacto de una mujer madura. Una mujer con sus defectos, que también te hace sentir bien, pero que te devuelve a la realidad de que tú ya no eres ningún niño. -Quizá tengas razón. -Cuando tengas mi edad, lo entenderás. ...
    ... Pero tú siempre serás mi niña. Esta noche cenaremos, me dijo y luego tendrás una noche que no olvidarás. Te lo prometo. Cenamos y después, subimos a la habitación. Se puso a espaldas de mi y me quitó el vestido que me había puesto para la cena. Me dejo en ropa interior. Me beso el cuello y detrás de las orejas. Sabía que los besos en esa zona me ponían a mil. Él se desnudó, quedándose en calzoncillos. Frotó su pene contra mis braguitas a través del calzoncillo. Di un respingo. Agarró mis pechos a través del sujetador. Me los apretó y acarició los pezones con él puesto. Me puse a mil. Me giró y entonces hizo el movimiento de follarme, pero con la ropa interior puesta. -Mi niña, ¿me sientes? Su polla estaba al máximo de dureza. -Si papi, te siento. Su glande frotaba mi clítoris. Aceleró un poco más. Mis bragas iban humedeciéndose progresivamente. -¿Me perdonas? -Si papi, te per…do...no. Casi no podía articular palabra. Echaba mi cabeza hacía atrás, por el placer que me estaba dando. Después de llevarme al borde del orgasmo, me desnudó. Se fue al baño y volvió con aceite lubricante. Me untó toda con él y luego se desnudó. Me pasó el frasco y me dijo que le echara por el pecho. Yo obedecí encantada. Se había depilado el pecho para ir a la playa y dejé que escurriera por el hasta su pene. Entonces me atrajo a él y nos frotamos así desnudos y aceitosos. Me abrió los muslos y sin mucha más preparación, me la metió de un empujón. -Ugh, gemí. Ya follándome, me seguía preguntando: ¿Me ...