1. HISTORIAS DE LA OFICINA II (Franc)


    Fecha: 15/03/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... insultos me empezó a coger la boca de una manera frenética y como música de fondo los insultos, risas y alientos de Tato y Rolando. Ellos también como poseídos comenzaron a darme nalgadas que aumentaban su fuerza y mi dolor. Después de un tiempo muy largo (o al menos eso me pareció a mí), el Sr. Hernández me sacó la verga de mi boca y les dijo a sus ayudantes que me pusieran boca arriba, lo cual sucedió al instante. Me levantó las piernas manipuladas por Tato y Rolando y agachó su cara hasta mi culo colorado por las nalgadas que me habían propinado los vendedores. Separó mis nalgas y comenzó a lamerlas con abundante saliva lo que me produjo una alivio considerable que agradecí con gemidos de placer. Luego comenzó a jugar con su lengua en mi agujerito, a meter sus dedos ensalivados como un maestro, para dilatarme bien. Estando en esa postura noté que Tato y Rolando se habían bajado sus pantalones y sus slips y comenzaban a refregarme sus vergas (de buen tamaño) por mi cara y me hacían chuparlas alternadamente. Tato se entusiasmó y me la metía cada vez más adentro hasta chocar con mi campanilla. En ese momento sentí un intenso fuego en mi culo y supe que el Sr. Hernández me había penetrado. Chupé la verga de Rolando y el Sr. Hernández me dijo: "la tenés toda adentro, putita" y comenzó con un lento vaivén que pronto tomó más y más fuerza y más rapidez. Mis piernas alrededor de su cintura, mis manos cruzadas y sostenidas por los jóvenes, estaba absolutamente sometido a la ...
    ... voluntad de aquellos tres hombres que estaban gozando de mi cuerpo. De pronto sentí como alfileres en el pecho, luego la sensación de un fuego intenso que me quemaba... Era el Sr. Hernández que me retorcía los pezones con sus ásperos dedos como poseído; su mirada brillaba otra vez de una forma que daba miedo... Pero inmediatamente me aliviaba chupándolos como si fueran dos dulces...Cada vez que me apretaba los pezones yo me contraía y apretaba su verga dentro de mi culo, cosa que le causaba infinito placer. Alternó un par de veces más entre el dolor y el placer mientras que me cogía bien duro bajo las miradas de admiración de mis dos jóvenes captores que seguían con sus vergas en mi boca y cara. De pronto el Sr. Hernández comenzó a tener ligeras convulsiones y supe que acabaría pronto. Varios chorros de leche caliente con gran fuerza, unos segundos de descanso y comenzó a retirar su verga de mi culo aún con cierta erección. Nos miramos a los ojos y como si me lo hubiera ordenado, le pedí: "Sr. Hernández ¿me permite limpiársela con mi boca?" Él volvió a sonreír hacia el costado y mientras se acercaba para ponérmela en la boca me dijo:"¡Muy bien putita, eso es lo que debés hacer!" Una vez que se la limpié les dijo a mis otros dos machos: "bueno, diviértanse con la putita mientras me baño, se lo merecen por habérmelo traído" y se fue a bañar. Tato y Rolando me pusieron en cuatro patas sobre la cama y comenzaron a cogerme uno por la boca y el otro por el culo, alternándose un par de ...