1. Cornudo a distancia


    Fecha: 15/03/2019, Categorías: Primera Vez Autor: lujuria69, Fuente: xHamster

    ... no acababan en su boca; y su cara, pelo y hombros recibieron también un abundante baño de lefa. Cuando más o menos la mitad de los asistentes había eyaculado ya sobre mi novia, el productor le sugirió que no se tragara las corridas de una en una y que las fuera acumulando hasta que él le dijera. Así que, cada vez que tenía la boca llena, el empresario solicitaba una pausa para que mirara a la cámara y se lo tragara tranquilamente. Tras esto se relamía y sonreía para disponerse de nuevo a recibir más. Observé además que, mientras con una mano acariciaba las piernas de los hombres que tenía más cerca, con la otra la muy guarra se masturbaba. En una ocasión, tras uno de los cuantiosos tragos, el productor le preguntó “Te gusta, ¿eh?”, a lo que ella respondió con lujuria “Uf, me encanta”. “¿Aún quieres más?”, insistió el productor. “Claro”, fue la respuesta de mi calenturienta novia. Se notaba que cada vez disfrutaba más porque logró controlar el reflejo de cerrar los ojos para poder mirar a la cara a cada uno de los hombres que le proporcionaban semen. En un par de ocasiones logré estar a su lado pero no conseguí alcanzar el orgasmo masturbándome porque el contacto con el cuerpo de tantos tíos desnudos me incomodaba. Afortunadamente cada vez iban quedando menos porque muchos de los que terminaban directamente se marchaban a la sala donde estaba su ropa para vestirse. Así hasta que me quedé el último. Desgraciadamente mi erección ya se había esfumado por completo, las ...
    ... circunstancias me habían superado. El empresario se dio cuenta de la situación y me ignoró, gesto que agradecí porque evitó que mi humillación quedara registrada. Bueno, ¿cómo te has quedado?”, preguntó a mi novia. “Buf, estoy llenísima. Esta noche no ceno”, respondió ella entre risas. Tras eso el productor dedicó a la cámara una breve despedida entre aplausos de los asistentes que aún quedaban por allí y puso fin a la filmación. A continuación el empresario pidió a mi chica que le acompañara a su despacho tras ofrecerle una toalla para limpiarse. Ella recogió su ropa y le siguió. Mientras tanto yo aproveché, al igual que el resto de hombres que se encontraban todavía allí, para vestirme. Todos se fueron marchando excepto yo, que permanecí en el salón en el que mi novia, una vez más, había vuelto a superarse sexualmente haciendo cosas que nadie pudo anticipar. Pero en un momento determinado escuché alguna palabra más alta que otra en el despacho, señal de que estaban discutiendo. Por fin salió, ya vestida, y nos fuimos del apartamento. Llevaba el pelo hecho un completo desastre, con pegotes de lefa resecos, pero no le comenté nada al respecto. En las escaleras le pregunté que qué había pasado y me dijo que había decidido no firmar el contrato para que no pudiera publicar el vídeo. Estuvo muy lista, había disfrutado de un bukkake perfectamente organizado sin tener que afrontar las consecuencias de que fuera publicado en Internet. Evidentemente no vería un euro, pero como no lo había ...