1. Mis amiguitas


    Fecha: 17/03/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Era una noche de sábado de un verano aburrido ya que todos estaban de vacaciones. Yo estaba sentado en mi sillón haciendo zapping sin encontrar nada que me entretenga en la TV. Justo en ese momento, y para mi sorpresa, llegó mi amiga Silvia de forma inesperada.Silvia es una de esas amigas que si la ves, lo primero que querés hacer es desnudarla delicadamente y jugar con todo su cuerpo hasta que pida por favor basta. Sin embargo, nunca había podido concretar nada con ella y eso "me quemaba la cabeza".Nos sentamos tranquilos a charlar, como lo habíamos hecho muchas veces antes, y a tomar unas cervezas para matar el tiempo. Con el correr de los minutos y de la cerveza comencé a notar que el ambiente iba cambiando y que se estaba poniendo bastante cachando. Es que, comenzábamos a hablarnos cada vez más cerca, había roces y las conversaciones levantaban la temperatura.A todo esto mi cuerpo empezaba a tomar parte de la situación y sentía que mi pené se iba poniendo bastante duro. Advertí que sus pezones comenzaban a hacerse notar debajo de su remera extremadamente ajustada y que su mirada no era la misma de siempre. Todo estaba ambientado para la situación, cerveza, música "Porro" y mi cabeza que estallaba junto con el cierre de mi pantalón.Nuestros cuerpos ya a simple vista denotaban calentura y mi mente no estaba en la mesa sino sobre ella, en la cama penetrándola y gimiendo de placer, hasta que algo me llevo nuevamente a la mesa donde estábamos los dos aún sentados con los vasos ...
    ... en la mano mirándonos fijamente.Ese clic que me había quitado de arriba de ella, no era para menos: como siempre el timbre suena el momento más inoportuno. Lo primero que pensé fue en no contestar pero Silvia me preguntó: "¿No vas a atender?" Me levanté con mucho mal humor por la intromisión y al abrir la puerta nuevamente me llevé una sorpresa.Apareció La Japonesa, una compañera de juergas, muy caliente ella, con la que esporádicamente habíamos tenido relaciones.Entre ellas no se conocían así que las presente. El clima había pasado de caliente a tirante con cruces de miradas para nada amistosas, pero dentro mi cabeza ya estaba dando vueltas una nueva fantasía. No podía dejar de ver a esas dos niñas infernales, sumisas en cuatro patas esperando ansiosas mi pené que de a poquito se introducía en sus mojadas vaginas mientras ellas se besaban ardientemente y mirando de reojo, mientras esperaban su turno para que las penetrara. Para entonces, la japonesa había tomado la batuta de tan placentera fiesta y comenzaba a tomarme el pené con sus labios carnosos succionando de tal forma que sentía que me estaba por estallar mientras yo jugueteaba con el clítoris de Silvia que no paraba de contornearse y gemir pidiendo que le introduzca un dedo firmemente por su cola y por su vagina a la vez derramaba alguna lagrima de placer. la Japonesa, para no ser menos, nuevamente se puso en perrito y agarró mi pené introduciéndolo de una sola estocada dentro de su cola lo que a mi me hizo sentir un ...
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