1. Helena y un problema de autoridad


    Fecha: 18/03/2019, Categorías: Anal Sexo Interracial Lesbianas Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Helena y un problema de autoridadHelena me estaba acariciando de espaldas bajo la ducha, cuando se oyeron los golpes bien fuertes a la puerta. Salimos del baño tratando de cubrirnos con toallas y llegué en primer lugar para atender el llamado.Del otro lado estaba ella, la Jefa de Seguridad del hotel, siempre impecable con su trajecito sastre oscuro, actitud un poco varonil, pero siempre sexy al mismo tiempo. Cara de puta, actitud de nena mala, bastante engreída, rodete en su larga cabellera color negro azabache, perfume dulzón, maquillaje perfecto, sexy, muy, muy sexy. Nacida en Argentina, pero radicada desde hace años en Río.No saludó ni tampoco pidió permiso para entrar, simplemente avanzó y nos miró a ambas con cara de desprecio y asombro de encontrarnos casi desnudas y todavía mojadas.“Señoras, parece que tenemos un problema” masculló entre dientes. “En el lobby hay un compatriota desnudo y lloriqueando, recién sodomizado con una escoba, diciendo que las responsables de su lamentable estado son las dos ocupantes de esta habitación”.Helena no pensaba quedarse atrás para contestarle, ya le adivinaba yo la intención de arrancarle la ropa a esta nena insoportable y sodomizarla en el suelo igual que al cordobés. Pero puso cara de inocencia y le respondió con mucha dulzura: “fue en defensa propia, ese loquito intentaba metérsela por la cola a mi amiga”.Antes de que la putita mala pudiera decir algo más, se oyeron otros golpes a la puerta. Ingrid, tal el nombre de esta perrita ...
    ... guardiana, se adelantó a abrir e hizo pasar a una pareja de policías. El hombre no decía nada, algo mayor aunque todavía apuesto, cara de cansancio y evidentemente pocas ganas de estar allí. Pero la mujer parecía más interesante, una negrita mota bastante joven, de rostro muy agradable aunque no era bonita, cara relajada y con pinta de ser quien tenía el mando en el grupo.Nos hizo ubicar a ambas de cara contra la pared, apoyándonos con los brazos en alto y separar las piernas, diciendo que iba a revisarnos. Protesté para decir que estábamos desnudas y que no ocultábamos nada bajo las toallas, pero la negrita me hizo callar de una bofetada.Comenzó por Helena. Le separó todavía un poco más las piernas y de repente le arrancó la toalla de un tirón, dejando a mi amiga completamente desnuda a la vista de todos. A la señorita Ingrid le brillaron los ojos al apreciar semejante desnudez, por lo tanto deduje que su actitud algo varonil tenía algo que ver con su posible gusto por el amor entre mujeres. El policía se había dejado caer en un sillón y desde allí observaba todo hasta ahora con algo de aburrimiento, pero la visión del firme cuerpo de Helena lo hizo despabilar un poco. Llevó una mano a su entrepierna y comenzó con disimulo a frotarse el bulto que comenzaba a crecer.Mi amiga intentó protestar, pero la mujer policía enredó una mano en sus cabellos y le sostuvo la cabeza con firmeza contra la pared. Con la mano libre recorrió el cuerpo de Helena desde los hombros hasta la cola y ...
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