1. Obteniendo Un Aumento: De La Esposa De Mi Jefe


    Fecha: 20/03/2019, Categorías: Voyerismo Autor: Exakta66, Fuente: xHamster

    ... hasta la entrepierna. Empecé a cogérmela con mi dedo muy suavemente al principio, deslizando mi dedo cubierto por el calcetín de arriba a abajo por su raja húmeda. Pude ver por su expresión que estaba disfrutando cada minuto. Mientras yo la cogía con mi dedo por debajo de la mesa mientras su esposo hablaba del precio del petróleo crudo en América del Sur o algo así. Yo masajeaba suavemente su clítoris con mi dedo gordo, mientras acariciaba con mis otros dedos de los pies su sexo. Podía sentir la humedad que impregnaba mi calcetín. Después de unos minutos me detuve. Sentí ganas de tocar mis dedos de los pies con mi mano y llevarla a mi nariz. Tenía tantas ganas de oler el perfume de esta mujer. Pero vacilé.Después de un momento Debbie se excusó y se levantó para dejar la mesa. Me puse a pensar si debía seguirla pero Juan empezó a hablar conmigo acerca de algo y vacilé. Las palabras de Juan entraron por un oído y salieron por el otro. Podía ver sus labios moverse pero mi mente estaba a un millón de kilómetros de ahí. Miré a Juan con su poco cabello y los brazos delgados y pensé, este bastardo si tiene suerte. Si yo tuviera una esposa como ella, llegaría a casa todas las tardes a las cinco llevándole regalos mientras ella me recibe con los brazos abiertos y las piernas también.Mientras pensaba en levantarme por décima vez en los últimos cinco minutos, Debbie regresó. Ella se sentó con una sonrisa extra diabólica en su rostro. Traté de no mirarla a pesar de que me moría por ...
    ... hacerlo. Después de un momento sentí algo en mi regazo. Miré hacia abajo pensando que tal vez mi servilleta se me había caído. Eran las pantis de Debbie. Ella había ido al baño para quitársela y ahora las había arrojado debajo de la mesa y en mi regazo. Yo cuidadosamente las desdoble. Me di cuenta de que las había besado justo encima de la mancha de humedad. Traté de no ser obvio mientras que cuidadosamente las guarde en mi servilleta. Oh, yo quería agacharme y olerlas de inmediato. Pero, tenía que tener cuidado. Yo tenía mucho que perder, pero tanto que ganar.Con mucho cuidado y lo más discretamente posible levante la servilleta que contienen las bragas hasta mi cara. Lo abrí lo suficiente para que Debbie pudiera verme oler las pantis y nadie más. Rápidamente coloque sus pantis debajo de mi nariz y bese el lugar en donde estaba la marca de su lápiz labial en su ropa interior blanca antes de bajar de nuevo la servilleta a mi regazo. Debbie tenía una sonrisa de oreja a oreja en su rostro que habría sido suficiente para darme una erección si no tuviera ya una.Después de más de vino, la cena y Debbie viéndose tan increíblemente sexy, una vez más decide que tenía que hacer algo. Me excusé de la mesa y salí al vestíbulo. O Debbie me seguía afuera o tendría que tomar el asunto en mis propias manos. Me sentí como un conejo en Viagra después de una cena de ostras. Efectivamente Debbie se presentó cerca de dos minutos más tarde. Cogí su mano y la conduje hacia la puerta sin decir una ...