1. Con mi Perro Hermoso


    Fecha: 26/10/2017, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... cuando sintió mi peso no hizo nada al respeto, seguí acariciándole el pecho con mis dos manos mientras que me empezaba a mover mis caderas, hice eso como por 10 minutos cuando empecé a sentir como su pene salía y se ponía duro, aumente de intensidad de mis movimientos pero de un modo que no llegara a lastimarlo. Cuando sentí que se puso medio inquieto y que tenía por lo menos la mitad de su pene fuera, decidí quitarme la camiseta y mi short que ya estaba más que mojado con mis jugos (él en cuanto no sintió peso, se puso en sus cuatro patas arriba de mi cama, estaba bastante inquieto), ya desnuda completamente me acosté en medio de la cama, abrí mis piernas esperando que siguiera el olor a sexo como había observado en algunos videos, él en cuanto vio que me acosté se acercó a mí, para mi suerte fue directamente a mi vagina, olfateo un poco y de repente sentí como su lengua rozo mi clítoris justo en la punta, cerré mis piernas automáticamente porque me produjo una sensación que jamás había experimentado, al haber cerrado mis piernas él se retiró un poco (creo que estaba confundido), volví a abrir mis piernas esperando que no lo hubiera asustado como para que no siguiera, por suerte no fue así, volvió a acercarse a mi vagina y repitió la acción anterior, su lengua era grande y húmeda, y vulgarmente hablando, me chupo la vagina como nunca pensé que un animal podría. Pasaron unos cuantos minutos entre que él me pasaba su lengua por toda mi vagina y asta en ciertos momentos me la ...
    ... lograba meter un poco, no sé si tuve orgasmos o no, solo sé que las cosas que sentí ese día, no las había sentido jamás. Pero eso no calmo mi calentura, quería más… Volví a acostarlo en mi cama boca arriba, note que su pene se había metido algo en su funda, así que empecé a acariciarlo justo ahí, tocaba el pedazo de pene que tenía afuera, estaba húmedo, rojo y como que le palpitaba, se lo acariciaba cada vez con más exigencia, por lo que no tardó mucho en salirle de nuevo (sabía que no era su tamaño completo), cuando estuve conforme con el tamaño de su pene, volví a montarlo procurando que mis labios vaginales abrazaran su pene, pero sin el riesgo de que con el movimiento me penetrara sin querer, cuando estuve colocada, volví a mover mis caderas y a darle cariño en su pecho, a él pareció gustarle esa situación porque empezó a mover sus patas como intentado correr, lo agarre bien para que no fuera a voltearse, sentía su pene en mi vagina y era una sensación magnifica, lo tenía muy hinchado y mi vagina estaba que chorreaba, dejo de bastarme eso, así que fui aún más allá, quería que me penetrara, ya no me importaba si me dolía o no, estaba tan caliente que… No quería ponerme en cuatro patas, no me llamaba la atención, así que se me ocurrió poner varias almohadas apiladas para que al acostarme quedara mi cuerpo y más mi pelvis a su altura y pudiera penetrarme bien, cuando estuve en posición nuevamente, se acercó y me volvió a chupar la vagina sentía su lengua nuevamente subiendo y ...