1. La despedida de soltera de mi madre


    Fecha: 21/03/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... sola estocada, hasta el fondo, a lo bruto…Enseguida la amiga de mi madre comenzó a balancearse, empalándose cada vez más y más en mi verga dura y ahora un poco dolorida. Después de una buena bombeada anal, Susana dijo que estaba por acabar, que la sensación de tener mi pija enterrada en su culo era increíble. Un intenso orgasmo le recorrió el cuerpo y entonces eso aceleró mis arremetidas, haciéndome acabar también a mí en ese glorioso trasero…Cuando salimos de la habitación, los tres strippers ya no estaban; pero, viendo que también faltaban algunas señoras, me imaginé que los pibes habían sido sorteados en alguna especie de rifa y que ahora estarían disfrutando de alguna concha veterana, pero todavía en carrera.Mi madre estaba sentada en un rincón conversando con una de sus amigas formales, que parecía horrorizada con el comportamiento de las locas del grupo. Las demás estaban en distinto estado de desnudez, la mayoría con manchas de semen fresco en sus ropas, sus cabellos o sus rostros.Susana apareció otra vez vestida y anunció que ya era hora de terminar la joda y retirarnos. Fui reuniendo a las señoras que estaban algo pasadas de alcohol y las acomodé en la minivan. Dejé en primer lugar a mi madre en su casa y luego comencé a llevar a sus amigas a la seguridad de sus hogares.Grace se despidió diciéndome que todavía sentía mi semen hirviendo dentro de su concha en llamas y que antes de irse a la cama se masturbaría pensando en mí…Betty me aseguró que me llamaría para ...
    ... que la llevara a coger; no le había alcanzado solamente con chuparme la pija… Me comió la boca de una manera infernal y se despidió dejándome saludos para Anita…Susana también me comió la boca en un beso de lengua profundo que me dejó loco y me puso otra vez la verga a punto de estallar. Me dijo estaba satisfecha de haberme entregado su culo virgen y que debíamos repetir el encuentro alguna vez, en algún hotel donde pudiéramos coger por horas sin que nada nos importara. Con eso me volvió a dejar loco…La última que quedaba a bordo de la minivan era Sarita, esa morocha infernal que siempre me había calentado tanto.Estaba despatarrada en el último asiento, desmayada. Me detuve frente a su casa y me acerqué a despertarla. Sus piernas abiertas dejaban ver su pubis depilado brillando en la oscuridad. Sus labios vaginales dilatados dejaban salir el semen que había depositado uno de los strippers en el fondo de su concha…Me dediqué a acariciarla, mientras hundía mis dedos en el fondo de su dilatada vagina. Sarita gimió con los ojos cerrados y de repente susurró muy suavemente, pidiéndome que la cogiera. Levanté sus piernas hasta mis hombros y la penetré despacio, comenzando a bombearla con delicadeza, mientras sentía el calor y la humedad de esa hermosa concha que parecía pertenecer a una chica de veinte años.Sarita siguió gimiendo todo el tiempo. Antes de vaciarme dentro de ella, me pareció que su respiración se agitaba y se quedaba unos segundos quieta, dándome a entender que ella ...