1. Podía ser mi hija, pero, por suerte, no lo era


    Fecha: 22/03/2019, Categorías: Confesiones Sexo con Maduras Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    Habían pasado ya 10 meses desde que la conocí a Marcela, ya habíamos tenido sexo en su casa y en la mía, ya lo habíamos hecho por cuanto agujero ella tenía, ya sabíamos muchas cosas el uno del otro en lo referente a nuestros gustos, tanto en la cama como fuera de ella, ya sabía que se calentaba viendo como Camila se masturbaba viéndonos coger, ya sabía lo goloso que era su culo y como le gustaba que la filmase para después ver las películas en su habitación entre polvo y polvo, debo reconocer que de todos había hecho dos copias, una para que tuviese ella y otra yo. Un día Marcela me pidió si podía quedarme en su casa unos días pues, debía ir a ver unos papeles de la herencia de su madre y no quería que Camila se quedase sola. Obvio que acepté, sinceramente no creo que lo hiciese pensando en que estando en su casa podría coger con Camila, sino que fue porque me pareció que empezaba a confiar en mí y por ende que podría volver a formar una familia. Lo que ocurrió fue que cuando esa noche, mientras cenábamos los tres juntos, le dijo a Camila que al día siguiente tendría que irse por unos días a solucionar unos problemas de la herencia de su madre y que yo me quedaría en la casa para cuidar de ella, Camila le dijo que ella ya era grande, que se sabía cuidar sola y que no importaba si ella estaba en la casa o en EEUU, lugar al que ahí me desasné que iría, que ella igual podía arreglarse sola. Marcela no dio el brazo a torcer y le impuso que yo me quedase, a lo que ella ...
    ... respondió, tirando su servilleta al piso y levantándose de la mesa, “hacé lo que quieras, total la casa es tuya, pero yo no necesito a alguien para que me la cuide”, dicho lo cual se fue a su dormitorio. Marcela se quedó como petrificada y no sabiendo que hacer siguió cenando como si nada, incitándome a hacer lo mismo. Esa noche, después de la cogida nocturna diaria, me pidió disculpas por el comportamiento de su hija y me hizo prometerle que me quedaría en la casa, dijese ella lo que dijese, algo que obviamente hice. Al día siguiente la llevé hasta el aeropuerto y luego me fui a mi oficina. Salí un rato antes y me fui a mi casa a preparar la valija en la que llevaría mi ropa hasta la casa de Marcela. Cuando llegué a ella, entré con la llave que Marcela me había dado y fui a su cuarto a acomodar mi ropa. Estaba en eso cuando siento a Camila cantar, me imaginé que estaría en su cuarto lo que me extrañó, ya que por la hora debería estar en la facultad, pero no le di mayor importancia. Al terminar de guardar mi ropa me acerqué hasta su habitación y, sin entrar, le pregunté qué quería que preparase para la cena y ella, también sin salir de la habitación, me dijo que nada pues ella se iría a la casa de su novio y cenaría allí. Le pregunte a qué hora volvería y ella me respondió que a mí no me importaba pues no era su padre y que tal vez no volviese ya que se quedaría a dormir con él. Ya estaba dando la vuelta cuando agregó que dormir era una forma de decir ya que lo más probable es que se ...
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